Shock en Reino Unido por el plan que Pedro Sánchez propone para España: «Condenado al fracaso…»
'The Telegraph' dedica un artículo a una propuesta sobre la compra de vivienda por parte de extranjeros intracomunitarios
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El diario británico The Telegraph se ha hecho eco de una de las ideas más comentadas de Pedro Sánchez en los últimos meses. El presidente del gobierno de España, propuso, a comienzos de este año 2025, aplicar un impuesto altísimo (hablan de hasta un 100 %) a los extranjeros que no pertenezcan a la Unión Europea y quieran comprar una vivienda en España. La noticia no ha pasado desapercibida en Reino Unido. De hecho, ha generado bastante malestar, sobre todo entre quienes llevan años viendo nuestro país como un lugar donde vivir, invertir o jubilarse.
En el artículo, el medio británico es claro: considera que la medida está «condenada al fracaso» y que, si llega a ponerse en marcha, castigará sobre todo a los británicos. No lo dice al azar. Ellos siguen siendo el grupo que más casas compra en España, una de cada diez operaciones, según recuerdan. Y, claro, un impuesto de ese calibre podría cambiarlo todo o de hecho, hacer que se lo piensen dos veces antes de querer comprar una vivienda en España. Este plan, según el Gobierno, busca aliviar la presión en el mercado de la vivienda y frenar la compra especulativa de no residentes. Sin embargo, desde fuera lo ven distinto. En Reino Unido interpretan la propuesta de Pedro Sánchez como un movimiento político más que económico, un gesto que puede romper un vínculo de años entre ambos países. En vez de solucionar el problema, temen que acabe ahuyentando a un tipo de comprador que ha aportado mucho más de lo que se suele decir.
Shock en Reino Unido por el plan de Pedro Sánchez para la vivienda
Aunque el Gobierno no ha mencionado expresamente a los británicos, The Telegraph no tiene dudas: si la norma se aprueba, serán los británicos grandes afectados. Desde el Brexit, los ciudadanos del Reino Unido dejaron de ser comunitarios, lo que los coloca directamente en el grupo de compradores extracomunitarios sujetos al impuesto del 100 %.
El periódico recuerda que no son pocos los británicos que llevan años echando raíces en España. Muchos llegaron buscando sol, buena comida y una forma de vida más tranquila. Otros lo hicieron para pasar aquí su jubilación, después de décadas de trabajo en Reino Unido. Compraron casas en la costa, en lugares como Alicante, Málaga o las islas, donde el clima invita a quedarse. Por eso, cuando saltó la noticia del posible impuesto, la reacción fue inmediata: sorpresa, enfado y también cierta sensación de incomprensión.
«El Gobierno español no no se ha referido explícitamente a esto como un impuesto para los compradores británicos», señala el medio pero tienen claro que «si el impuesto se implementa, serán castigados de manera desproporcionada en comparación con cualquier otro grupo» aunque el Ejecutivo lo justifique como una herramienta para contener precios.
De la «visa dorada» al impuesto del 100 %
El giro resulta llamativo si se mira en perspectiva. Hace no tanto, España ofrecía la llamada golden visa, un permiso especial para quienes invirtieran más de 500.000 euros en bienes inmuebles. Era la época en la que se buscaba atraer capital extranjero y reactivar el sector tras la crisis. Hoy, la situación es justo la contraria.
Según The Telegraph, ese pragmatismo ha desaparecido. Y lo que antes se veía como una oportunidad, ahora se presenta como una amenaza. El periódico británico sostiene que el plan de Sánchez responde a una estrategia política más que económica, diseñada para contentar a una parte del electorado que reclama medidas contra la especulación, aunque el resultado pueda ser el opuesto.
El riesgo, insisten, es que este tipo de medidas provoquen un «desincentivo», dado que los inversores buscarán otras alternativas, citando países como Italia, Grecia o Chipre, donde las condiciones para la compra de vivienda siguen siendo más ventajosas y el clima, igualmente atractivo.
Un muro político y económico difícil de sortear
Al margen de lo que digan fuera, el propio escenario político dentro de España ya complica bastante las cosas. El PSOE gobierna con solo 121 escaños, una cifra corta para sacar adelante una medida de este tipo sin acuerdos con otros partidos. Y no parece que el apoyo vaya a ser fácil. Incluso entre sus socios más próximos hay dudas. Algunos temen que la propuesta tenga un efecto contrario al deseado o que acabe considerándose discriminatoria, sobre todo si afecta directamente a ciudadanos de fuera de la Unión Europea.
Además, el diario británico apunta a un posible conflicto legal. Si el impuesto se aplicara únicamente a compradores extracomunitarios, podría ser recurrido por vulnerar acuerdos internacionales y tratados de inversión. Varias asociaciones de residentes británicos ya han mostrado su preocupación y no descartan actuar si la medida sigue adelante.
El Gobierno de Sánchez se enfrenta a un «doble problema», parece resumir el medio británico: uno político, porque no tiene mayoría suficiente, y otro reputacional, porque está enviando un mensaje negativo a quienes ven en España un país abierto y acogedor.