El secretario general de UGT en Cataluña vuelve a posicionarse al pedir la libertad de los golpistas

Camil Ros, líder de UGT en Cataluña y antiguo dirigente de la rama juvenil de ERC, ha lanzado un tuit en el que dice que los dos días más duros de su vida fueron los que encarcelaron a sus «amigos» Jordi Cuixart y Dolors Bassac, a quien considera «más que una amiga». Además, ha hecho referencia a la «música» que supusieron las caceroladas del 16 de octubre.

els dos dies mes durs personalment van el 16O i el 2N, tenir un gran amic a la preso com @jcuixart i la @dolorsbassac que es mes que una gran amiga. Persistire alla a on sigui per la seva llibertat. Recordo la musica de les cassoles el vespre del 16O

— Camil Ros (@camilros) October 16, 2018

No es la primera vez que el líder de UGT en Cataluña se muestra a favor de los golpistas presos, toda vez que ya celebraron a mediados del pasado mes de septiembre un acto en el que pedían la libertad de Dolors Bassa, actualmente recluida en la prisión Puig de les Basses de Figueres.

Ros dijo, en aquella ocasión, que se trataba de «un acto de humanidad» porque «se esté de acuerdo o no con su ideología, está injustificado que Dolors esté encerrada en la prisión». Ros explicó que «pedimos su libertad y la de todos los otros, pero lo focalizamos en Dolors por su proximidad con la UGT».

La sintonía entre UGT en Cataluña con los golpistas no es nueva. Si este sindicato llegó a poner en marcha una plataforma de respaldo a los ‘maestros del odio’, profesores investigados por acosar a hijos de guardias civiles hasta el llanto, recientemente dio un paso más. Junto a la golpista ANC, el sindicato Intersindical CSC(que lidera un terrorista de Terra Lliure) y otros, envió una carta a colegios e institutos para que elaboraran listas de docentes adeptos y “hacer un seguimiento” que permita marcar a los que no lo son.

Por si esto fuera poco, las cúpulas de UGT y CCOO asistieron a una manifestación en Barcelona en compañía de la ANC y Òmnium, en defensa de los independentistas presos, que provocó internas e tensiones entre ambos sindicatos.

Los dos grandes sindicatos hicieron una declaración conjunta el 11 de abril para explicar su polémica decisión: afirman no compartir el ideario nacionalista, pero atacan las actuaciones judiciales por “desproporcionadas” y ponen el acento en lo que consideran “abuso de la prisión preventiva”.