Sánchez dispara la deuda en 72.000 millones en 2023 pese a recaudar por impuestos 13.000 millones extra

La deuda baja en porcentaje sobre PIB, eso es cierto. También que está siguiendo una senda bajista, como exige ya Europa, al situarse a cierre de 2023 en el 107,7% del PIB, por debajo de la previsión inicial del Gobierno. Pero la realidad es que la deuda baja en porcentaje sólo porque sube el PIB nacional, porque la deuda se ha incrementado el año pasado en casi 72.000 millones de euros, hasta 1,574 billones. Y eso pese a que con las subidas de impuestos de Sánchez las arcas públicas han recaudado 13.000 millones más que en 2022 sólo hasta noviembre -último dato publicado-.

De acuerdo con los datos publicados por el Banco de España, la deuda de las administraciones públicas cerró 2022 en 1,502 billones de euros, mientras que un año después se ha disparado hasta los citados 1,574 billones. Sánchez ha engordado la deuda de los españoles en casi 6.000 millones cada mes, 200 millones cada día durante el año pasado.

Además, hay que sumarle la deuda de las empresas públicas, que no está incluida en el dato anterior. Según también el Banco de España, hasta el tercer trimestre del año 2023 -último publicado- esta deuda ascendía a 38.736 millones de euros, por lo que la deuda real del conjunto de la Administración de Sánchez supera los 1,61 billones.

Y todo pese a dos cosas. Primero, al maná de los fondos europeos que está recibiendo España en subvenciones y en préstamos con condiciones ventajosas. El total roza los 170.000 millones y Sánchez los está utilizando para hacer inversiones públicas puesto que el grueso de los fondos está yendo a parar a organismos públicos o empresas públicas, como Adif, el gestor de la infraestructura ferroviaria.

En segundo lugar, las arcas públicas han vuelto a marcar récord de recaudación por impuestos en 2023. De momento, hasta noviembre, último mes publicado por la Agencia Tributaria, los ingresos por los impuestos de Sociedad, IVA, IRPF, Especiales y otros suman ya casi 253.000 millones de euros. En noviembre de 2022 la cifra ascendía a 239.800 millones.

La consecuencia es que la deuda sobre PIB baja, cierto, que ese porcentaje es en el que se va a fijar Bruselas para dictaminar si tiene que imponer alguna medida especial a España, pero que lo que debe cada español va en aumento a razón de 200 millones de euros cada día pese a los fondos europeos y las subidas de impuestos.

Sánchez ha aprobado subidas de impuestos para las grandes energéticas y los bancos, a las grandes fortunas, ha limitado las desgravaciones de las compañías, pero también ha incrementado la tasa a los seguros al 8%, lo que ha encarecido los seguros de vivienda y coche a todos los ciudadanos tengan la renta que tengan, y ha reducido las desgravaciones a los planes de pensiones, entre otras cuestiones. Ha subido el IVA de las bebidas azucaradas del 10% al 21%.

Además, se ha negado a rebajar el IVA de productos como la carne o el pescado y a bajar el IRPF a las clases medias. Ya en este 2024 ha subido el IVA de la luz al 10%, lo que ha encarecido un 8% el recibo de la luz en enero, y también el del gas (un 4% de subida, según el INE).

Reducir la deuda

Diferentes organismos han pedido ya al Gobierno de Sánchez un plan de consolidación fiscal creíble que reduzca el déficit estructural de la economía y la deuda más allá de la inercia de la mejora de la economía. La previsión para este año es que el PIB crezca un 2%, según el Gobierno, y la inflación supere el 3%. De nuevo, un año más, la inflación crecerá más que el PIB, por lo que la economía está creciendo dopada.

Para este año, el Gobierno ha reducido a 55.000 millones la previsión de deuda neta, es decir, la diferencia entre lo que van a solicitar a los inversores y las letras y bonos que vencen este ejercicio. La deuda se situará entonces a finales de 2024 en 1,62 billones de euros, a lo que habrá que añadir la de las empresas públicas. Una mochila con la que cargan los ciudadanos.

Sánchez ha presumido del dato. En sus redes sociales, el presidente del Gobierno ha destacado que «nos hicieron creer que solo podíamos rebajar la deuda y el déficit público con austeridad y recortes de derechos. Hemos demostrado que no es cierto. España reduce su deuda al mismo tiempo que crece y avanza en derechos sociales».