San Valentín entiende de finanzas: ¿cómo gestionar en pareja inversiones, préstamos y cuentas?
¿Tiene algo que ver San Valentín con la economía? Mucho más de lo que parece. Muchas parejas se preguntan cuando es el mejor momento para hablar de finanzas. Es más, uno de cada dos españoles no habla con su pareja de cuestiones relacionadas con la gestión de su dinero hasta pasado el primer año de relación. Sin embargo, los asesores señalan que la mejor forma de que los problemas económicos no dañen la relación es hablar del tema sin ningún tabú.
A pesar de que el día de los enamorados esté más relacionado con las flores y los bombones, es muy importante que las parejas hablen sobre sus ahorros, los ingresos, así como de los objetivos financieros futuros. Al fin y al cabo, compartir la vida con alguien significa también compartir gastos, inversiones…
Sin embargo, cuesta dar el primer paso para mantener esa conversación con tu pareja. Guillermo Villar, consultor financiero señala: «puedes empezar desde la primera cita. Alguien tendrá que pagar la cuenta, ¿no? Bromas, aparte, cuanto antes se haga mejor».
Inversiones, ¿conjuntas o por separado?
Las finanzas en pareja se pueden abordar desde dos puntos de vista, por un lado, desde un punto de vista estrictamente utilitarista o pragmático -como dos individuos independientes- y, por otro lado, desde una visión más afectiva en la medida de quienes entiendan las finanzas familiares como un elemento más de un proyecto común.
Egoitz Maya, consultor de Basque Financial Consulting, afirma que las inversiones conjuntas deberán ir destinadas a proyectos en común como pueden ser viajes, compra de un coche o inversión en una vivienda. Por el contrario, los gastos o inversiones personales están destinados a objetivos personales como pueden ser caprichos, desembolsos en productos personales o en la jubilación.
Por tanto, es importante tener claro que hay objetivos personales y conjuntos y para llevar a cabo esos objetivos hay que respetar los personales y llegar a un acuerdo en los que sean conjuntos. Una vez estén claros, es muy importante elegir las herramientas financieras adecuadas para no salir perjudicados en caso de posibles rupturas en el camino.
A pesar de que esta decisión es muy personal y concierne a cada pareja, lo normal es que cada persona tenga un perfil de riesgo diferente por lo que deberían invertir de forma distinta, pero también es interesante que sumen su ahorro para llevar a cabo una inversión mayor de forma conjunta y que la supervisen ambos miembros.
Organización de las cuentas bancarias
Una de las cuestiones principales, incluso en San Valentín, es valorar que la pareja puede poner punto y final a su relación. Por lo tanto el hecho de que el patrimonio esté estructurado de tal forma que su reparto sea sencillo en caso de que la pareja se separe es de vital importancia. Por supuesto, también es importante, que los gastos estén repartidos de una forma equitativa, esto evitará que una de las partes acumule más patrimonio que la otra pudiéndose generar conflictos.
Miguel Camiña, consultor de Micappital, señala que, a pesar de que esta decisión es muy personal, es importante que haya una gran transparencia. A muchas parejas les ayuda tener una cuenta conjunta para tener un mayor control de los gastos y los presupuestos. Pero hay otras que tienen cuentas individuales y ahorran e invierten de forma individual, aunque luego para los gastos del día a día suelen compartir una cuenta conjunta.
«Si no eres suficientemente disciplinado con el ahorro y la inversión es mejor que utilicéis una cuenta conjunta para apoyaros y entre los dos sumar fuerzas para conseguir ahorrar mejor» señala Camiña.
David Forcada, consultor de GVC Gaesco, señala que algunos de los aspectos a tener en cuenta son el régimen matrimonial, gananciales o separación de bienes y los porcentajes de titularidad de las cuentas, siendo menos importante si son cuentas conjuntas, ya que estas facilitan la operatividad y siempre se puede recurrir a la división de la cosa común en caso de separación.
Las finanzas son un tema cada vez menos tabú y eso facilita la comunicación a la hora de tomar decisiones que se sustentan en las cuentas de la pareja. Por eso, es fundamental presupuestar el día a día, y tener un plan pensado para el futuro. En ese plan hay que tener en cuenta muchas decisiones personales y sentimentales, pero no debemos dejar de lado el aspecto financiero. Un plan financiero a futuro nos permite saber en cada momento cómo está la salud financiera de la pareja y estar preparado para cualquier sobresalto, y por supuesto nos ayudará a alcanzar las metas que tenemos propuestas.