Previsiones de la Comisión Europea

La riqueza de España será 60.000 millones inferior a finales de 2021 que antes de la crisis

La riqueza de España será 60.000 millones inferior a finales de 2021 que antes de la crisis
Nadia Calviño, ministra de Economía.

La crisis del coronavirus dejará graves consecuencias, a largo plazo, para la economía española. Según las últimas previsiones de verano de la Comisión Europea, el Producto Interior Bruto (PIB) seguirá siendo un 4,8% inferior a finales de 2021 que en el cuarto trimestre de 2019, cuando aún no había comenzado a verse los estragos de la pandemia en la actividad.

Esto quiere decir que la riqueza de España seguirá siendo dentro de un año y medio -y a pesar del rebote natural que se producirá en los próximos meses tras varios meses de confinamiento extremo y restricciones- 60.000 millones de euros inferior a la que había antes de que el covid-19 pusiera en jaque a la economía nacional.

¿Pero qué implica este golpe para la economía? Una pérdida de riqueza de 60.000 millones de euros es muy relevante si se tiene en cuenta, por ejemplo, que equivale aproximadamente al PIB que genera en un año la economía de Castilla y León (en 2018, casi 58.000 millones de euros) o la de Galicia (entorno a 62.000 millones de euros).

Para entender qué supone perder 60.000 millones en sólo dos años también se puede comparar con alguna de las empresas con mayor capitalización bursátil. Pues bien, 60.000 millones es más del doble que la capitalización bursátil de un gigante de las telecomunicaciones como Telefónica (21.410 millones) y sólo 15.000 millones menos que otra gran compañía en el mundo como Inditex (75.000 millones).

El diagnóstico de la Comisión Europea en su último informe sobre la economía española es preocupante: «El brote severo de la pandemia de COVID-19 en España y las medidas de confinamiento tomadas en respuesta desde mediados de marzo han resultado en una contracción de actividad sin precedentes en la primera mitad del año, siendo el sector de servicios el más afectado». Explica que «el sentimiento y los indicadores económicos tocaron fondo en abril y mejoraron en mayo, cuando las restricciones comenzaron a levantarse de manera gradual y diferenciada entre sectores y regiones».

Sin embargo, Bruselas avisa que, aunque «el país entró en una nueva normalidad a fines de junio», las medidas de distanciamiento social vigentes hasta nuevo aviso junto a los cambios en el comportamiento del consumidor, provocarán que la crisis tenga «un impacto duradero en las actividades en las que la interacción personal es intrínseca a la prestación del servicio, como alimentos y alojamiento, comercio minorista, servicios personales, artes y entretenimiento». «En el caso del turismo internacional, el impacto se verá agravado por una conectividad de vuelo reducida, a pesar de la apertura gradual de las fronteras», remacha.

Bruselas «espera que la actividad en el sector manufacturero se reanude más rápidamente que en el sector servicios» aunque, «aún así, las interrupciones en las cadenas de valor mundiales y la débil demanda pueden impedir una normalización de la actividad industrial antes de fin de año».

Según la Comisión «es probable que el impacto económico del encierro en el primer semestre de 2020 resulte peor de lo esperado en el pronóstico de primavera». Eso les ha llevado a empeorar sus previsiones de verano. Ahora espera que el PIB se hundirá un 10,9% de media en 2020, frente a la caída del 9,4% que esperaban en primavera.

Según las autoridades comunitarias, el hundimiento de la actividad del 16,9% en el segundo trimestre de este ejercicio, una caída no vista en ningún país de la UE, y el desplome del PIB del 5,3% entre enero y marzo, «no se verá completamente compensado por el repunte esperado en la segunda mitad de 2020».

De hecho, tras un primer rebote, se espera una nueva desaceleración en la economía nacional que comenzará ya a finales de 2020. Es decir, que el volumen de producción en 2021 estará aproximadamente «un 4,5% por debajo de su nivel de 2019», concluye la Comisión.

La senda de crecimiento prevista por las autoridades comunitarias para España es la siguiente: el PIB pasará de caer un 5,2% entre enero y marzo de 2020, a hundirse un 16,9% en el segundo trimestre de este año. Habría un rebote del 12,9% en la temporada de verano (entre julio y septiembre), que se moderaría en el final del año hasta el 3,4%.

En 2021 el crecimiento del PIB sería mucho más moderado, incluso por debajo del 1% en algunos trimestres: pasaría del 1,8% entre enero y marzo al 1,2% entre abril y junio, al 0,8% entre julio y septiembre y al 0,6% entre octubre y diciembre.

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