La revisión a la baja del PIB y el alza del crudo impedirán al Gobierno mejorar sus previsiones
Jarro de agua fría para las intenciones del área económica del Gobierno en funciones. La revisión a la baja de las cifras de crecimiento de España por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el impacto que podría tener en la economía el encarecimiento del petróleo aleja la posibilidad de que el Ejecutivo pueda mejorar sus previsiones económicas para este año, y que han vaticinado a bombo y platillo en los últimos meses las ministras de Economía y de Hacienda en funciones, Nadia Calviño y María Jesús Montero.
Calviño anunció en julio que probablemente revisaría al alza la previsión de crecimiento para este año, situada en el 2,2%. Por su parte, Montero dijo en agosto que la intención del Ejecutivo era elevar la actual previsión de crecimiento para este año, situada en el 2,2%, a «como mínimo» el 2,3%.
Pero la situación ha cambiado ostensiblemente. Cuando Calviño y Montero auguraban una mejora en el crecimiento en España, lo cierto es que los indicadores mostraban una desaceleración significativa en comparación con los datos de 2018. En primer lugar, la rebaja de la serie estadística por parte del INE ha dado la puntilla a la intención del Gobierno de mostrar, con las previsiones oficiales, que España es ajena a una desaceleración que es cada vez más palpable.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó este lunes dos décimas a la baja el crecimiento del PIB de 2018, desde el 2,6% al 2,4%. En 2016 el crecimiento del PIB se ha revisado dos décimas a la baja, hasta el 3%, mientras que en 2017 se ha rebajado una décima, desde el 3% al 2,9%. El PIB a precios corrientes alcanzó en 2018 los 1.202,19 miles de millones de euros, unos 5.000 millones de euros menos que los estimados antes de la revisión del INE.
Este cambio en la serie estadística también podría agravar la situación de la deuda y del déficit público, cuyo peso en la economía se calcula teniendo en cuenta a cuánto equivalen en porcentaje del PIB.
Los economistas consultados por OKDIARIO avisan que aunque, de entrada, una revisión a la baja del crecimiento de años anteriores podría facilitar que el PIB de este año fuera superior (ya que la base es inferior), lo cierto es que el hecho de que la economía sólo creciera un 2,4% en 2019 pone “techo” a la mejora en las estimaciones de crecimiento del Gobierno, ya que la desaceleración que está viviendo la economía es palpable. “Si el año pasado terminó en el 2,4% este año vamos a acabar más flojo”, explican. “Es cierto que la revisión a la baja hace que el punto de partida sea más bajo, pero en un entorno de desaceleración un crecimiento del 2,4% está marcando el techo”, remarcan.
Por otro lado, hay expertos que apuntan a que podría producirse un encarecimiento del precio del barril de Brent a corto plazo, lo que también aguaría el optimismo del Ejecutivo. Este lunes el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, llegaba a dispararse en torno a un 10% y marcaba un precio de 65 dólares, después del ataque contra dos instalaciones de la petrolera saudí Aramco, que ha provocó una caída del 5% en el suministro mundial de crudo.
El impacto de una subida del coste del barril de Brent, el de referencia en Europa, podría provocar lo que los economistas conocen como un “choque negativo de oferta”. Es decir, que un aumento no previsto del coste del crudo provocaría tres efectos encadenados: menos PIB, más inflación y más déficit exterior. Aunque habrá que observar cómo evolucionan los acontecimientos, la guerra comercial y la inestabilidad en la economía mundial no permiten ser demasiado optimistas.