La rentabilidad del bono español a diez años alcanza máximos de 2014 y roza el 3%
La rentabilidad del bono español a 10 años continúa su escalada y llega al 2,9%, lo que lleva el interés a máximos de ocho años, concretamente abril de 2014. La subida del bono a 10 años es del 6% este lunes, aunque inferior al 15% que registra la deuda a 2 años, hasta el 1,5%. Mientras, la prima de riesgo se eleva hasta los 132 puntos básicos, niveles de mayo de 2020.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejó patente en su intervención ante los medios que el objetivo prioritario del organismo es contener la inflación y rebajarla hasta el 2,1% en 2024, desde el 8,1% actual, que es el mayor nivel desde que se creó el euro.
La decisión del BCE de priorizar el control de precios y concluir a final de mes el programa de compra de deuda activado por el coronavirus ha provocado la fragmentación del mercado de deuda soberana, principalmente en los países periféricos de la zona del euro. Por ejemplo, la rentabilidad del bono italiano a 10 años ha pasado del 4%, zona no visitada desde finales de 2013.
El fin de la adquisición de deuda soberana pone en jaque las colocaciones de los Estados que tienen los mayores porcentajes de deuda frente al PIB, lo que hace entender al mercado que tendrán mayores problemas de financiación elevándose así la rentabilidad de los bonos y las primas de riesgo por la mayor diferencia de sus bonos a 10 años con el alemán al mismo plazo, que sirve de referencia de solvencia en Europa. Pese a ello, el ‘bund’, como se conoce a este bono, también repunta, pero menos, hasta el 2,5%.
En el caso español, el Gobierno pretende emitir unos 100.000 millones de euros en letras y bonos. Sin la ayuda del BCE, depende de la banca nacional, que no se ha mostrado muy activa durante los seis primeros meses del año, y de los inversores extranjeros. Además, se estima que deberá pagar un mayor interés ante la falta de amparo del BCE.
Si el coste de deuda aumenta más de lo previsto, a Pedro Sánchez no le saldrán las cuentas. El Gobierno estimó en Presupuestos que la deuda costaría un 1% de media para el conjunto de año. En las subastas de mayo el interés se elevó hasta el 0,997%. La cifra más alta del ejercicio y un precio por el que no pagaba el Tesoro Público desde febrero de 2018.
Por el momento, las agencias de calificación mantienen la nota de España. Así es el caso de Fith que vuelve a calificarla con un «A-» con perspectiva estable, pero señala en un comunicado que «los altos niveles de endeudamiento público limitan las calificaciones».
También suma el dato de inflación de Estados Unidos, del 8,6%, el mayor en 40 años, que añade más presión a la Reserva Federal en su política de subida de tipos. El banco central dará a conocer su decisión el miércoles y se estima que sea de 50 puntos básicos, hasta el 1,5%, pero crecen las voces en el mercado que piden más agresividad. El bono estadounidense a 10 años llega al 3,2%, cerca de máximos de 2018.
Con todo, los bancos centrales comienzan a asentar el ciclo de subidas de tipos de forma ininterrumpida para acabar con la escalada de los precios y parecen cerrar la puerta a la posibilidad de suavizar la política monetaria para el cierre de año por el deterioro de las perspectivas económicas.
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