DEUDA ESTADOUNIDENSE

Por qué Donald Trump necesita una recesión para cuadrar el despilfarro de deuda en EEUU

Analistas y gestores de fondos empiezan a alertar de que se acerca un "ataque al corazón" al déficit fiscal de Estados Unidos

El activo refugio estrella de los inversores en Wall Street es la deuda

Los costes de endeudamiento han caído en picado debido a la fuerte compra de bonos soberanos en EE UU

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un rally, hablando de la deuda estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

36,2 billones de dólares: esta es la factura que debe Estados Unidos, el país más moroso del mundo. Históricamente, el déficit fiscal en Estados Unidos no ha sido alarmante para los economistas, que se han anclado al techo de deuda y los bajos tipos de interés que paga el Gobierno.

Pero en las últimas semanas, algunas voces del mercado han hecho sonar las alarmas de que existe el riesgo de una crisis de deuda en Estados Unidos. Y que tal vez, las políticas volátiles y estrambóticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estarán intentando navegar al inversor hacia el mercado de bonos con su política de aranceles. La agencia crediticia, S&P Global, por su parte, pronostica que Estados Unidos elevará su deuda en 4,9 billones de dólares, lo que supone un aumento de 200.000 millones de dólares con respecto al año pasado.

El fundador multimillonario del fondo Bridgewater Associates, Ray Dalio, es uno de ellos. Dalio alertó del riesgo del brote de una crisis de deuda en Estados Unidos en el podcast de Bloomberg, OddLots, hace unas semanas. «Es cómo un ataque al corazón, no puedo decirte cuándo pasará», advirtió el ejecutivo. «Te estás acercando».

En los rincones más extremos del mercado, algunas estrategas han teorizado que tal vez alguien en la Administración de Trump estará intentando desviar la inversión del mercado de renta fija, e impulsar la compraventa de bonos soberanos, es decir, la deuda pública.

Esta hipótesis la comparte el economista, Pablo Gil, que ha vuelto a lanzar otra alerta sobre la situación de la deuda el pasado miércoles, mientras los inversores se quedaban a la espera de la decisión de la Fed. «Piensa en lo que va a pasar cuándo esto explote. Estados Unidos ya tiene una situación con el gasto público que es un auténtico disparate», ha apuntado Gil en una entrevista con Negocios TV.

El desvío hacia el mercado de bonos ya está en curso. La deuda soberana de Estados Unidos, que emite el Tesoro, se ha convertido en la estrella del mercado en las últimas semanas debido a su rentabilidad atractiva frente al mercado de renta variable, que se ha teñido de rojo por varias semanas consecutivas. La compraventa de deuda ha surgido como un refugio para los inversores que buscan una asilo de la tormenta bajista que ha continuado azotando a las Bolsas de Wall Street, desde el Dow Jones, hasta el S&P 500.

Frente a un cuadro económico cada vez más incierto con Donald Trump al volante de la Casa Blanca, la Reserva Federal decidió este miércoles mantener tipos, y reducir, además, su balance. Esto quiere decir, que el banco central de la mayor economía del mundo empezará a limitar la cantidad de bonos del Tesoro que pueden vencer de 25.000 millones a 5.000 millones. 

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