Por qué Brasil castiga a Santander: morosidad e inflación disparada con 52.000 empleados

Santander hipotecados
Ana Botín y José Antonio Álvarez

A pesar de registrar en el primer trimestre del año unos extraordinarios resultados, Santander vivió ayer en Bolsa una jornada de pánico, similar a las de los peores días de la pandemia o de los días del inicio de la invasión de Ucrania.

El primer banco español anunció ayer martes un beneficio de 2.543 millones de euros entre enero y marzo, un 58% más que en el mismo periodo del año anterior.

Sin embargo, el grupo perdió en Bolsa un 6,79% de su valor cerrando a 2,85 euros por acción.

De acuerdo a analistas y fuentes del Santander consultados por este diario, existen factores externos que explican la fuerte caída -peores previsiones sobre el desarrollo del conflicto bélico en Ucrania y de la inflación-. Pero también uno interno significativo: Santander Brasil.

Brasil se ha convertido en uno de los principales mercados en los que opera Santander en el mundo, al nivel de Reino Unido o Estados Unidos. El grupo presidido por Ana Botín ha apostado fuerte en los últimos años por el país. Pero ahora, con el aumento de la morosidad y con la inflación disparada, la apuesta parece arriesgada.

De acuerdo a los resultados presentados ayer martes por Santander, las dotaciones por insolvencias en Brasil se dispararon en el primer trimestre del año un 55% respecto al mismo periodo del año anterior (un 38% descontando el efecto divisa), hasta los 852 millones de euros.

Las dotaciones aplicadas por Santander en Brasil por insolvencias suponen la mayoría de las que ha tenido que aplicar el banco español en Sudamérica, donde ascendieron en total a 999 millones de euros.

El ratio de morosidad registrado en marzo por Santander en Brasil es el mayor de todas las geografías en las que opera la entidad española, del 5,68%, frente al ratio de morosidad del 4,47% en España, del 1,42% en Reino Unido o del 2,75% de Estados Unidos. En marzo de 2021, el ratio de morosidad registrado por Santander Brasil era del 4,42%.

Entre enero y marzo, los costes en Brasil han subido para Santander un 14%, impactados por la inflación.

Además, Santander ha reforzado fuertemente su plantilla en el país, empleando a finales del pasado año a 52.000 personas, unos 10.000 empleados más que con los que contaba en diciembre de 2020, para reforzar el personal dedicado a tecnología.

Y el pasado mes de septiembre Santander aprobó en Brasil una subida salarial del 11% para su plantilla.

El resultado antes de impuestos logrado por Santander en Brasil en el primer trimestre del año fue de 1.123 millones de euros, frente a los 1.300 millones de beneficios antes de impuestos logrados entre enero y marzo de 2021.

Las elecciones presidenciales que celebra Brasil el próximo año, con el expresidente Lula da Silva apareciendo como favorito en las últimas encuestas, por delante del actual Jefe de Estado, Jair Bolsonaro, genera aun mayor incertidumbre sobre el negocio de Santander en el país.

«Crecimiento plano»

Por su parte, Santander Brasil explicó ayer martes en la presentación de sus resultados trimestrales que el «crecimiento plano» registrado en los resultados del primer trimestre estaban previstos y que responden a las medidas para hacer frente a un escenario «más duro».

Mario Leao, presidente de Santander Brasil, en su primer encuentro con periodistas desde que asumió el cargo en enero, aseguró que la demanda por renegociación de crédito «continúa alta».

Pero admitió, en declaraciones recogidas por Efe, que en el cuarto trimestre de 2021 comenzaron «a ver un deterioro del mercado, con inflación en dos dígitos y las consecuencias de unos tipos de interés que tienden a subir muy rápido y que probablemente no terminó todavía».

«Con una inflación alta y los intereses subiendo, la renta de las familias cae y las pequeñas empresas pasan a sufrir con unos ingresos menores y un costo de deuda más caro», dijo.

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