Philip Morris quiere mejorar la prevención del tabaquismo y regular los nuevos productos
El presidente de Philip Morris España quiere reunirse con la ministra de Sanidad para abordar la prevención del tabaquismo, especialmente en menores
El presidente de Philip Morris España, Daniel Cuevas, aspira a reunirse con la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, con el objetivo de mejorar la prevención del tabaquismo y alejar del humo y del cigarrillo a no fumadores y especialmente a los menores.
Además, ha explicado en una entrevista, que ve bien un aumento de la regulación a los nuevos productos como el tabaco calentado o los cigarrillos electrónicos, en la medida en la que reconoce que con estos productos «no se ha avanzado a la velocidad» lógica tanto desde el punto de vista de sus normas de comercialización como en su fiscalidad.
«Probablemente al ser novedosos no se ha avanzado aún a la velocidad lógica sobre cómo regularlos y lo mismo ocurre con la fiscalidad», ha comentado Cuevas. Además de la fiscalidad, el máximo directivo de la tabacalera puso el foco en tres ejes en los que considera hay que avanzar en regulación: el empaquetado, los sabores y los canales de comercialización para garantizar que no llegan a menores.
«Productos como el cigarrillo electrónico también deben ser regulados, aunque sean una alternativa mucho mejor al cigarrillo, y precisamente por eso es necesario que estén regulados. Creemos en medidas como que no existan formas de empaquetado o de producto que puedan ser atractivos a los menores, con dibujos o cualquier otro elemento, y que no pueden existir gustos atractivos a menores como dulces, tarta de queso o algodón de azúcar, algo que estamos viendo que ocurre actualmente en algunos productos», lamentó.
Y, por último, puso la vista en la comercialización, asegurando que «se debería garantizar que hay un control absoluto y del máximo rigor» para que estos productos de nicotina «solamente pueden ser comprados por mayores de edad», tanto en comercios físicos como a través de internet. «Hay que regular mejor la distribución y la venta de estos productos, sin duda», consideró.
Sobre las primeras expresiones públicas de la ministra en materia de tabaco, el máximo dirigente español de la multinacional considera que «entra dentro de lo lógico, de lo razonable y de lo esperable en una ministra de Sanidad» que tenga «como principal objetivo la protección de la salud pública, de la salud de todos los españoles, de los no fumadores y de los fumadores».
La evidencia científica sobre la ideológica
«Vemos muy interesante su comentario sobre la importancia de la evidencia científica y basar las decisiones en evidencia científica, no ideológica. No en comentarios de un grupo, de una institución o de una empresa, sino en datos, que esto es al final lo que es la ciencia», aseveró.
Para el presidente de Philip Morris, esta es una «aproximación de progreso», que si además adopta «después de un diálogo y de construir consensos» también considera que es una postura «muy acertada». «Proteger a los no fumadores y prevenir del humo a los menores son muy buenos motivos en los que estamos todos de acuerdo», sentenció.
Así, dijo que están «totalmente abiertos a hablar con el Ministerio de Sanidad y a dialogar y a construir soluciones en ese sentido que ayuden a la prevención» y reconoció haber solicitado por carta una reunión con la ministra, que espera que pueda concretarse pronto.
Propuesta de estudios sobre la calidad del aire
El presidente de Philip Morris en España también quiso lanzar al escenario de propuestas con el ministerio la realización de estudios sobre la calidad del aire en espacios públicos como las terrazas de los restaurantes con el objetivo de poder tomar decisiones bien fundamentadas de restricción o no respecto al tabaco y a los nuevos productos de consumo de nicotina.
Así, consideró que están abiertos a secundar mayores restricciones si estos estudios independientes, por ejemplo de la mano de universidades españolas y en condiciones reales, concluyeran que cualquiera de los productos de nicotina suponen un deterioro en la calidad del aire.
Eso sí, se mostró convencido por los datos que manejan de que «los cigarrillos electrónicos o el tabaco calentado no generan humo en el ambiente de segunda mano» y de que «no hay un impacto en los no fumadores de ningún tipo». Con ello, tanto si esto se confirma como si se detecta que hay espacios en los que ni el cigarrillo convencional afectara a la calidad del aire disponible, considera que también habría que considerar permitir la convivencia y «evitar estigmatizar a los fumadores».
Cuevas admitió, en cualquier caso, que entiende el punto de vista del Ministerio de Sanidad y de algunos ciudadanos porque «hoy día hay terrazas y terrazas», algunas que están «totalmente al aire libre» y otras «que llamamos terrazas pero que están cerradas por plásticos por los cuatro laterales». «A lo mejor en esos espacios sí que habría que tener más cuidado y ver si eso se puede considerar realmente una terraza o no», dijo.
Poner en valor la búsqueda de transformación
Cuevas se declaró «optimista» en lo que al horizonte pueda traer de entendimiento con el sector público y puso en valor la transformación» en la que están «embarcados como empresa» con el objetivo de «dejar atrás los peores productos de nicotina» y caminar «hacia mejores alternativas sin combustión que reducen significativamente los productos tóxicos».
«Estoy convencido de que tarde o temprano los responsables de salud pública se darán cuenta de que los países que avanzan más en esta dirección en Europa y a nivel mundial son aquellos que siguen trabajando sobre políticas de prevención, en políticas de cesación, pero también apoyan el desarrollo de mejores alternativas para todos aquellos fumadores que sabemos que no es fácil que dejen su cigarrillo atrás», sentenció.
«No contar y no desarrollar estas alternativas hace que estemos en el peor escenario posible, que es que la gente se agarre a su cigarrillo de siempre, que es la peor forma de usar la nicotina, la más dañina, y entonces estemos aún peor», concluyó el presidente de Philip Morris, quien apeló a que «con el diálogo y con la ciencia como eje de las decisiones seguro que vamos a llegar más lejos y vamos a avanzar más, y parecernos más a países realmente progresistas, los más avanzados en esta materia, como Suecia, por ejemplo, que es un ejemplo mundial».