Paso sostenible de ACS hacia un espacio sin emisiones

Ver vídeo

Sobre el camino verde, limpio y sin emisiones caminan todas las grandes compañías. Es una ambición interna de compromiso con el progreso global, pero también es una de las demandas que hacen agentes como los inversores, los proveedores y los clientes.

ACS, uno de los grandes grupos empresariales del mundo, es consciente de ello, por eso tiene un compromiso muy importante con la financiación verde, así como con las tipologías de licitaciones a las que optar con el fin de que estén en línea con los criterios ESG –factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo–.

Todos los ámbitos de la compañía, incluidas sus filiales en todo el globo, funcionan de forma autónoma, sin embargo, toda actividad se rige bajo las directrices definidas en la Política de Sostenibilidad de 2020, momento en el que se establecieron principios básicos de actuación en esta materia, así como la relación y el impacto de sus empresas sobre las comunidades donde operan.

No es baladí, ACS tiene una plantilla de alrededor de 125.000 empleados, contacta y trabaja con más de 90.000 proveedores en más de 35 países y, además, cuenta con casi 100.000 accionistas. Es decir, tiene la capacidad de generar una transformación real llevando a cabo políticas de eficiencia ambiental y prácticas responsables a nivel internacional.

Neutralidad climática en 2045

Todas estas políticas están reflejadas y recogidas en el Plan Director de Sostenibilidad 2025, un documento aprobado por el consejos de administración en el que se contempla, además, la ambición de alcanzar la neutralidad climática en 2045. Para ello, la cotizada tiene el objetivo de reducir sus emisiones de un 15% a un 30% en 2025 y de un 35% a un 60% en 2030.

Sobre este aspecto se detuvo Florentino Pérez, el presidente del Grupo ACS, en la pasada junta general de accionistas, en la que destacó que la compañía –una de las mayores contratistas del mundo– ha reducido de manera exponencial de sus operaciones. “De este modo, vamos reafirmando nuestros objetivos globales en la eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático”, apuntaba.

También, en línea con las claves del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), la firma española incidirá en las buenas prácticas en cuanto a los materiales en las licitaciones a las que opte. Entre otros aspectos, por ejemplo, contará ACS con un registro de proveedores que ofrecen productos certificados, reciclados y sostenibles, pedirá que cuenten con procesos de recuperación de materiales bajo el paraguas de la economía circular y la formación para los empleados en materia de gestión de residuos.

En cifras, ACS prevé que el 45% de sus ventas por infraestructuras sean de proyectos eficientes desde el punto de vista sostenible, que un 80% de sus residuos sean reciclados y que al menos un 75% de sus proveedores estén formados en un código de conducta en línea con los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Financiación sostenible

En cuanto a los accesos a financiación, desde ACS tienen en la hoja de ruta señalados dos atributos imprescindibles de la misma: sostenibilidad y verde. Ambos buscan atraer a nuevos inversores, fidelizar a los que ya lo son y, además, cumplir con los requisitos que analizan los índices de sostenibilidad internacionales y que tienen muy en cuenta los analistas a la hora de mover las carteras de sus clientes.

Es poco probable, si no imposible, que en este momento de amplio compromiso con la transformación de la economía hacia un modelo más sostenible y la lucha contra el cambio climático los flujos de financiación no sean verdes o tengan en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobernanza. Es decir, toda la cadena de suministro tiene que estar impregnada de estos criterios, de ahí que todos los agentes involucrados en la actividad de ACS deban cumplir con una estricta auditoría si quieren optar a colaborar con la firma de Pérez.

El impacto positivo sobre las comunidades donde operan

ACS tiene una amplia actividad internacional, está presente en una treintena de países, por ello, en este Plan Director, la compañía también tiene el compromiso de que su actividad tenga un impacto positivo sobre la comunidad donde opera. Es decir, contribuir al progreso en el ámbito local, a pesar de su firme vocación internacional.

Por ello, la cotizada española se compromete a mantener por encima del 90% la proporción de trabajadores procedentes de la comunidad local de cada proyecto, así como una cuota mínima del 75% de proveedores.

Sobre la inclusión y la diversidad

ACS se ha fijado el fin de incrementar un 25% hasta 2025 la presencia de mujeres en los espacios de alta dirección con respecto a la cuota inicial de 2019. También que un 20% de los puestos de responsabilidad sean desarrollados por mujeres. En este momento, el 40% de la plantilla de la cotizada son mujeres, pero ninguna de ellas en alta dirección.

ACS, además, según recoge el Plan Director de Sostenibilidad, también impulsa alianzas con centros tecnológicos y universitarios con el fin de desarrollar proyectos específicos enfocados a la innovación y la sostenibilidad como otro de los puntos clave de su compromiso con los ODS de la ONU.

Lo último en Economía

Últimas noticias