Panel de economistas de OKLÍDERES: «Cada vez que habla el Gobierno, sube el pan para las empresas»
Estanflación, efectos de segunda ronda, política monetaria, crisis energética… Estos han sido los temas que han centrado el panel de economistas del I Foro Económico y Empresarial de OKDIARIO. Uno de los principales motores de la economía española son las empresas, que han sido las grandes damnificadas por las políticas del Gobierno.
«España es el único país europeo que no ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia, porque es el único país donde las empresas no han recuperado sus beneficios» señalaba Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la CEOE y presidente del IEE. Para Fernández de Mesa, el Gobierno está castigando de forma especial la solvencia del tejido productivo español, que ha tenido que «pagar a pulmón» todos los sobrecostes derivados de la crisis, reduciendo sus márgenes con tal de repercutirlo lo menos posible a los precios finales. Además, el aumento de la fiscalidad está ahogando la creación de empresas, pese a que el tejido empresarial es el principal motor de creación de empleo.
«El paro se estancará en el 13% el próximo año. Lo que más me preocupa es que el paro estructural sea mayor ahora que hace unos meses. El paro estructural es algo muy caro que, con el nivel actual de endeudamiento, España no se puede permitir» ha sentenciado vicepresidente de la CEOE.
También en materia de empleo, Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket, ha señalado que el mensaje de Gobierno es que nunca hemos vivido tiempos mejores de empleo en un momento de crisis. «Lo que se observa es que nos guste o no el proceso de creación de empleo se está ralentizando y asistimos a un espejismo: hemos hecho una reforma laboral -que convierte los contratos temporales en fijos discontinuos-, en la que cuando estas parado no computas como desempleado. El grueso de creación de empleo se ha producido en ese segmento, lo que crea una falsa sensación de reducción de la temporalidad» ha afirmado.
Según el presidente de Freemarket, una subida salarial ligada a la inflación puede ser devastadora para salir de la actual situación de subida de precios. «Si revisamos las crisis anteriores, se puede observar como no se ha salido jamás de un periodo de estanflación sin pasar por una recesión» ha concluido.
Más optimista en el medio y largo plazo ha sido Juan Cerruti, director del Servicio de Estudios del Banco Santander, ha señalado que 2022 va a ser recordado como uno de los años con mayor pico inflacionario de los últimos 40 años, que ha sido producto de dos factores: la pandemia y la guerra de ucrania. Una situación que viene de la mano de la estanflación, que es incómoda para los que tienen que gestionar la política económica.
«Venimos de 10 años de política monetaria bastante expansiva. A este statu quo hay que añadir los cambios en el mercado laboral que se han producido tras la pandemia. La respuesta a esto es una subida masiva de los tipos de interés. Ocho de cada diez bancos centrales están subiendo los tipos. Todavía es prematuro puntualizar cuáles van a ser estos cambios» ha apostillado. Para el próximo año, el director del Servicio de Estudios del Banco Santander vaticina dos escenarios: una caída de la inflación motivada por un acierto de la política monetaria o la necesidad de una recalibración por parte de los bancos centrales.
Uno de los principales factores que ha llevado a esta situación es el encarecimiento de la energía. Antonio Merino, director del Servicio de Estudios de Repsol, ha querido contextualizar esta crisis, que afecta principalmente a la electricidad y al gas. «Este shock de la oferta es mucho peor que otros anteriores: en 1974 y en 1979 afectaba principalmente al transporte o a la industria, mientras que en la crisis actual afecta al consumo. Además, en el 74 y en el 79 el dólar caía mucho, pero ahora, el dólar se está haciendo muy fuerte, lo que añade más presión a esta crisis energética.» ha señalado.
Por otro lado, Merino no prevé subidas importantes del precio de la electricidad en los últimos meses de este año. «Tenemos un precio marginal «topado». Si yo miro los mercados energéticos, no veo ninguna aportación positiva de la electricidad en el IPC, porque ya lo hemos transmitido en los últimos meses» ha concluido.