mientras regala el agua a los regantes

Otro lío para Ribera: Acuamed negocia un crédito con la banca para pagar la luz de las desaladoras

Acciona, Ferrovial, Sacyr
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica.
Carlos Ribagorda

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tiene encima de la mesa otra patata caliente que le va a provocar un problema con Bruselas si no lo resuelve correctamente. Acuamed, la empresa pública de gestión de las infraestructuras del agua, dependiente de Ribera, está negociando con la banca un crédito de unos 100 millones de euros para poder pagar la electricidad de las desaladoras mientras ‘regala’ el agua desalada a los regantes para evitar un conflicto social.

Ese crédito que está negociando servirá para poder pagar las deudas que mantiene con Acciona -a la que le debe dos meses, según adelantó Expansión- mientras Ribera encuentra la fórmula para hacer una aportación extra a la empresa pública, algo que está siempre bajo la lupa de Bruselas al considerarlas ayudas irregulares.

«Sobre todo porque Bruselas considera que puede estar dando ayudas extras a los agricultores, a los regantes, ya que luego el precio al que les vende el agua de las desaladoras para los cultivos es especialmente bajo, está subvencionado», señalan fuentes al tanto de la situación.

«El dinero que necesita Acuamed es para pagar la energía de las desaladoras. Como ha subido tanto, todo se arreglaría si le subiera el precio del agua desalada a los regantes, como hacen otros negocios. Pero no lo puede hacer porque se le echaría encima el campo y le crearía al Gobierno un problema», explican. Acuamed debe a Acciona, la empresa que le suministra la electricidad, más de 90 millones de euros -no le puede cortar el suministro porque el agua está considerada un bien imprescindible-.

En efecto, los agricultores han puesto el grito en el cielo recientemente porque el Gobierno les quería subir el precio del agua desalada a 0,81 euros el metro cúbico. Y cuando el PSOE derogó el trasvase del Ebro para construir desaladoras, la entonces ministra Cristina Narbona, hoy presidenta del PSOE, obligó a Acuamed a subir el precio de los contratos sólo con el IPC.

Ribera busca la fórmula

Por lo tanto, la situación es difícil de resolver porque Ribera tiene que justificar ante Europa una nueva ampliación del presupuesto de la empresa pública Acuamed mientras prácticamente le regala el agua a los agricultores, corriendo el riesgo de que le acusen de ayudas ilegales al campo.

De hecho, según las fuentes consultadas, la ministra lleva varios meses dándole vueltas a cómo justificar la aportación extra para Acuamed, que ha solicitado la ayuda antes del verano. Además, es obligatorio que pase por el Consejo de Ministros y dé el visto bueno el Gobierno en su reunión semanal, por lo que será más difícil ocultarlo.

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