José Manuel Gil

No solo Xabi Alonso: la batalla judicial del fundador del Grupo Innovati contra Hacienda

María Jesús Montero
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero este jueves en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
Carlos Ribagorda

El ingeniero y fundador del Grupo Innovati, José Manuel Gil Antón, ha iniciado una batalla judicial contra la Agencia Tributaria y contra un juez del Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid al más puro estilo Xabi Alonso, el ex jugador del Real Madrid que defendió su inocencia en un caso de fraude fiscal hasta que finalmente ha conseguido de momento imponerse a los criterios de Hacienda y salvar su honor.

El caso contra Gil, que ya libró una dura batalla tras el accidente de su hijo pequeño, arranca en julio de 2015 a raíz de una querella que presenta la Fiscalía de Delitos Económicos contra él por cinco presuntos delitos fiscales cometidos entre 2009 y 2011.

La querella se basa en un informe de la Agencia Tributaria firmado por un único inspector, que estaba a unos días de jubilarse. Tres meses después, el juez Jorge Israel Bartolomé Moriano, del juzgado número 30 de Madrid, la admite a trámite «sin motivar su auto y sin tener en cuenta el documento de alegaciones del investigado», aseguran fuentes cercanas a Gil.

En efecto, desde los inicios del procedimiento penal, existía en el expediente fiscal de la inspección tributaria y también en los Autos del procedimiento penal un documento de Alegaciones que había remitido el investigado poniendo de manifiesto la multitud de falsedades y cálculos erróneos que figuraban en el informe del inspector de la AEAT que había dado lugar a la querella. 

El proceso penal continuó, y la defensa de Gil, los abogados Manuel Jiménez y Javier Gómez de Liaño, presentó cuatro informes de cuatro peritos independientes que contradecían el informe del inspector de la Agencia que dio origen al proceso. El juez llamó a declarar a un nuevo inspector de Hacienda que se negó, según fuentes de la defensa, a ratificar el informe del inspector que se jubiló: dos de los cinco delitos que supuestamente había cometido Gil no existían y los otros tres eran dudosos. Coincidía con las conclusiones de los cuatro peritos independientes.

Tres nuevos informes

A la vista de lo sucedido, Gil presentó otros tres informes de tres peritos distintos para demostrar que los otros tres delitos tampoco estaban justificados. Sin embargo, según fuentes de la defensa, el juez impidió que declararan esos tres peritos.

Ante la sensación de indefensión de Gil, el fundador del Grupo Innovati decidió pasar al ataque: interpuso una querella contra el inspector jubilado -aparcada mientras esté abierta su causa-, presentó cinco quejas ante el CGPJ, recusó ante la Audiencia Provincial de Madrid al juez instructor del juzgado número 30 por parcialidad manifiesta, y finalmente se querelló contra él en el TSJM por prevaricación.

De momento, todos los esfuerzos de Gil han sido inútiles porque la querella por prevaricación contra el juez ha sido desestimada. Esta decisión ha sido criticada por Gil al entender que de los «quince hechos denunciados en la querella, el TSJ de Madrid se ciñe a los cuatro primeros y obvia los once restantes, más claros». Ahora toca decidir si recurren a una instancia superior para mantener esta batalla contra la Agencia Tributaria y el sistema judicial.

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