LA PETROLERA SE BLINDA PARA EVITAR LOS NÚMEROS ROJOS

El mercado respalda el plan de ajuste de Repsol: es rentable aunque baje el precio del petróleo

Antonio Brufau
El presidente de Repsol, Antonio Brufau (Foto: GUETTY).

Repsol ha salido de la UVI y lo ha hecho con nota. Los mercados respaldan el plan de desinversiones puesto en marcha por la petrolera y que ha tenido como última medida estrella la anunciada venta del 10% de Gas Natural, que le aportará 2.000 millones de euros. Los títulos de Repsol se han disparado más de un 20% desde que comenzó su programa de ajuste y los analistas esperan que la compañía registre beneficios de forma sostenida, aunque baje el precio del petróleo.

El plan de reestructuración que está ejecutando Repsol ha permitido rebajar el precio del barril de crudo que es necesario para que la empresa tenga más ingresos que gastos. Es lo que se conoce en el argot financiero como el break even, el punto a partir del cual se empieza a obtener beneficios. Este importe era de 50 dólares por barril en el plan estratégico aprobado por Repsol en la segunda mitad de 2015, pero ahora ha bajado hasta los 40 dólares.

En la actualidad, el precio del crudo Brent, la referencia en Europa se ha estabilizado en el entorno de los 48 dólares por barril y las previsiones de todos los organismos, tanto públicos como privados, apuntan a que no se producirá una rebaja por debajo de los citados 40 dólares. Esto supone que la petrolera española cerrará el año con beneficios, superando los números rojos de 1.227 millones de euros que registró en 2015 tras unas provisiones extraordinarias de casi 3.000 millones por la caída del precio del petróleo.

En este contexto se enfrenta Repsol a las futuras revisiones de las agencias de calificación, cuyos sucesivos informes han pesado como una espada de Damocles en el departamento financiero de la compañía, que temía que la deuda de Repsol fuera degradada al nivel de “bono basura” (fuera del investment grade), lo que habría aumentado los costes de la petrolera y la habría dejado fuera del programa de compras del Banco Central Europeo (BCE).

Todos estos nubarrones han terminado de despejarse con la anunciada venta del 10% de Gas Natural y, sobre todo, porque el plan de ajustes de la compañía que ha aportado unos ingresos de 2.800 millones de euros (sin contar la operación de Gas Natural) se ha visto acompañado por un aumento del precio del petróleo del 70% desde los mínimos que tocó en enero. Y los inversores se han dado cuenta apostando por las compras en el mercado bursátil español.

De momento,Repsol ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 639 millones de euros, lo que supone una caída del 39,3% respecto al mismo periodo de 2016. El resultado de la petrolera se ha visto afectado por el coste de la reestructuración de plantilla, con 346 millones de euros dotados para este fin, así como por el efecto divisa, derivado de la depreciación del tipo cambio de los principales países donde opera el grupo.

Estos impactos se han visto parcialmente compensados por las plusvalías netas por la venta de activos de su nuevo plan estratégico, tales como el negocio del GLP en Perú, la actividad eólica en Reino Unido y una parte del GLP canalizado en España.

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