Las recetas económicas de Podemos para el 20-D traerán más paro, impuestos y fuga de capitales
Podemos está ultimando sus recetas económicas que serán incluidas en el programa electoral de las próximas generales. La formación que lidera Pablo Iglesias ha creado un equipo en el que figuran, entre otros, un asesor del ex ministro griego Yanis Varoufakis (James Galbraith) y el economista de cabecera del partido, el catalán Vincenc Navarro.
Aunque ante la opinión pública Podemos quiere ahora presentarse como un partido socialista de centro, la realidad es que se trata de una formación de extrema izquierda, profundamente anticapitalista y esencialmente colectivista, al considerar que el mercado es algo a perseguir y que sólo el estado puede gestionar la economía. El problema es que sus recetas consiguen justo lo contrario de lo que pretenden. Repasemos algunas de ellas:
Subir el salario mínimo a 800 euros
La figura del salario mínimo supone fijar un precio artificialmente alto para el factor trabajo, por encima del que establece el mercado. Tal como ha demostrado la teoría económica y la realidad de los países donde se ha llevado a cabo, lo que se logra con este sistema es generar desempleo.
La explicación es sencilla: los trabajadores que cobran por encima del salario mínimo no se ven afectados por la subida, mientras que los que están por debajo son despedidos porque los empresarios no pueden o no están dispuestos a elevar el salario de los que no llegan al nivel establecido. Todo aquel trabajador que no sea lo suficientemente productivo para recibir el salario mínimo perderá su empleo.
Rentas garantizadas
Podemos ha cambiado su plan inicial de crear una renta básica universal por una renta garantizada de 600 euros para desempleados. Abonar un subsidio eterno a parados desincentiva la búsqueda de trabajo y supone un coste inasumible para las arcas públicas. El ejemplo del PER en Andalucía es un claro ejemplo de ello. Este tipo de subvenciones a fondo perdido, lejos de reducir el paro, lo aumentan.
Otra de las ideas de los “expertos” de Pablo Iglesias es una renta complementaria para todos aquellos trabajadores cuyo sueldo neto no llegue a los 900 euros. La propuesta provocaría que los empresarios descontarán esa parte de los ingresos de los salarios de los empleados peor pagados, de forma que se trataría de una subvención encubierta a las compañías, en lugar de a los trabajadores. Este tipo de iniciativas ya se han probado en EEUU y, de cada diez dólares que se dan a los empleados más pobres, siete acaban en las cuentas de las empresas.
Más gasto público
En un momento en el que urge una reducción del gasto público en España, Podemos plantea elevarlo en 25.000 millones de euros cada año. Esta cantidad equivale a los intereses de deuda que paga España cada año y es superior al volumen total que supone el desembolso de las prestaciones por desempleo.
Aumentar el gasto público en 100.000 millones de euros en una Legislatura no es posible si se pretende tener unas cuentas públicas saneadas. España debe reducir el déficit en los próximos años para lograr el equilibrio presupuestario y este desembolso sólo podría realizarse elevando el endeudamiento y/o mediante subidas de impuestos.
Subidas de impuestos
La reforma fiscal es la panacea que soluciona todos los problemas económicos de este modelo, según reitera siempre que puede Pablo Iglesias. La versión oficial indica que se luchará contra el fraude fiscal y se elevará la presión sobre las rentas más altas.
En realidad, tal como han demostrado las marcas blancas de Podemos tras las elecciones autonómicas y municipales, el objetivo es crear un infierno fiscal, elevando los impuestos a las rentas medias y a las empresas. Todo ello se traduce en un descenso de la renta disponible y en un aumento del desempleo, reduciendo a la larga los ingresos fiscales derivados de políticas confiscatorias.
Reforma de las pensiones
Pablo Iglesias quiere rebajar la edad de jubilación a los 65 años y aumentar las cotizaciones sociales que pagan empresas y trabajadores para financiar la Seguridad Social. La primera de las medidas es inviable en un país donde la pirámide demográfica se ha convertido en un pilar, donde la base se reduce en mayor proporción que crece la parte superior. Esto supone que cada vez hay que cotizar más años, no menos, a no ser que se pretenda la quiebra del sistema de protección social.
En cuanto al aumento de las cotizaciones sociales, este tipo de pagos son impuestos encubiertos al trabajo, cuya subida siempre se traduce en un aumento del desempleo o en una reducción de salarios. En el modelo de socialdemocracia danesa que tanto le gusta citar a Iglesias no hay cotizaciones sociales, ya que la protección social se financia directamente con impuestos.
Nacionalizaciones
En el debate televisivo que mantuvo con Albert Rivera, el líder de Podemos defendió las nacionalizaciones de empresas, mostrando su rechazo al papel del sector privado en la economía. Sus sectores preferidos para intervenir son los principales del Ibex (banca, constructoras y energéticas) y su nacionalización generaría la huida masiva de los inversores, entre ellos los nueve millones de españoles que tienen invertida una parte de sus ahorros en estas compañías.
Vivienda Pública
Otra de las propuestas estrella de Podemos es potenciar la vivienda pública. La formación ya no promete prohibir los desahucios por ley, sino que plantea que es necesario potenciar los acuerdos entre entidades financieras y morosos, por un lado, y negociar desde la Administración la entrega de pisos vacíos para crear un parque público. Justo cuando empieza a salir de la crisis el sector inmobiliario, Podemos quiere darle la puntilla desde el sector público.