La marca de coches GWM busca terrenos para montar una fábrica tras descartar instalarse en Barcelona
El fabricante automovilístico chino no cancela sus planes en Europa pese a la investigación antisubsidios de la UE
Great Wall Motor (GWM) quiere montar una fábrica de coches en Europa. Tras ser uno de los fuertes candidatos para la reindustrialización de Nissan en la Zona Franca y, finalmente, descartar la opción de instalar una planta en Barcelona, el fabricante automovilístico chino busca de nuevo terrenos para producir vehículos en el Viejo Continente. Alemania, Hungría o la República Checa son algunas de las ubicaciones que baraja la compañía. Una instalación con la que la firma china podría esquivar la respuesta arancelaria de la Comisión Europea (CE) derivada de la investigación antisubsidios sobre los vehículos 100% eléctricos producidos en el gigante asiático.
Así lo han confirmado fuentes cercanas a la negociación, en conversaciones con este diario, que han señalado que «la investigación de la Comisión Europea (CE) a las presuntas ayudas ilegales del Gobierno de Pekín a los fabricantes de coches con producción en China está acelerando la búsqueda de terrenos de GWM para la construcción de su fábrica en el Viejo Continente. Todo ello con el objetivo de responder ante la demanda creciente de vehículos 100% eléctricos».
En 2021, GWM se interesó por reindustrializar los terrenos de Nissan en Barcelona para construir su primera factoría en Europa. No obstante, el fabricante chino no logró llegar a un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez y la ex ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que dejó escapar al único gran inversor para la Zona Franca.
No sólo GWM busca fábrica en Europa
«Esto se debe a que ya son varios los fabricantes chinos que han anunciado su intención de construir una fábrica en Europa, como es el caso de MG, Chery y BYD, que sitúan a España entre una de las opciones de inversión para producir en Europa», señalan las citadas fuentes. Unas instalaciones con las que las compañías con sede en China esquivarían la guerra comercial entre Europa y China iniciada por el desembarco de coches eléctricos chinos con precios más asequibles que los europeos.
Una competencia a la que marcas como Citroën ya ha respondido con el nuevo C3, un SUV 100% eléctrico con 320 kilómetros de autonomía por menos de 24.000 euros. El fabricante automovilístico francés promete lanzar este modelo con un precio aún más asequible en 2025 -pero con menos autonomía-, por menos de 19.000 euros, con el objetivo de evitar que los fabricantes chinos copen más cuota de mercado en el Viejo Continente.
Investigación antisubsidios de Bruselas
Great Wall Motor ha sido el primer fabricante chino en presentar la documentación requerida por la Comisión Europea (CE) para dar respuesta a la investigación antisubsidios que ha puesto en marcha Bruselas sobre vehículos eléctricos fabricados en China. Esta investigación se puso en marcha ante las quejas de los fabricantes europeos. Les preocupa que las marcas de automóviles europeas se puedan estar enfrentando a una competencia desleal.
GWM proporcionó sus respuestas a la CE el pasado 11 de octubre, tal como ha podido saber este diario. Una información que Bruselas no sólo está requiriendo a los fabricantes de automóviles chinos, sino también a marca europea pero con producción en China, como es el caso de BMW, Mini, Cupra o Renault.