JP Morgan vuelve a confiar en la deuda pública española y minimiza el riesgo catalán tras el 21-D
El banco de inversión norteamericano JP Morgan vuelve a confiar en la deuda pública española en su estrategia de inversión para el próximo año y señala a sus clientes que los riesgos que había en nuestro país –derivados de la crisis institucional provocada por el órdago independentista– se han minimizado.
En un reciente informe de los analistas de JP Morgan al que ha tenido acceso OKDIARIO, relativo a las previsiones y estrategia de renta fija de cara al próximo año, el banco de inversión recomienda a sus clientes «sobreponderar» los bonos soberanos del Reino de España.
Esto supone un giro de 180 grados respecto a la postura reflejada en un anterior informe elaborado el pasado septiembre tras el referéndum ilegal de 1–0, en el que los analistas del gigante norteamericano recomendaban «infraponderar» la deuda pública española y sustituir la renta fija de nuestro país por bonos alemanes y portugueses.
En esta ocasión, JP Morgan destaca que «las encuestas muestran que los tres partidos independentistas [la CUP, ERC u el PdCat] fracasarán a la hora de lograr una mayoría de escaños en el Parlamento regional». Los analistas de la entidad señalan que los riesgos a corto plazo han «cambiado de posición» y ahora es Italia el país que más preocupa. Por ello, recomiendan adquirir deuda pública española a largo plazo (30 años) y deshacer posiciones en la italiana.
En el caso de la deuda pública a medio plazo, la que tiene un vencimiento en 5 años, los analistas de la entidad también señalan que la tendencia observada en la segunda mitad de 2017 de encarecimiento de los bonos españoles frente a los italianos «se ha corregido». JP Morgan teme más el resultado de las elecciones en el país transalpino en la primera mitad de 2018 que los comicios catalanes del próximo 21–D.
Además, en su informe, el banco norteamericano considera que las agencias de calificación crediticia mejorarán la nota que otorgan a España, algo que espera también el Gobierno una vez que se despeje la incertidumbre en Cataluña. “Sin el tema catalán las agencias de rating habrían elevado la nota de España a notable», señaló el ministro de Economía, Luis de Guindos el pasado 15 de noviembre en el Congreso de los Diputados.
El hecho de que la banca de inversión confíe en la deuda pública española es especialmente relevante de cara a 2018, ejercicio en el que el mercado irá trasladando poco a poco la esperada subida de tipos de interés de la eurozona a los precios de los activos de renta fija. A la espera de lo que señale este jueves el Banco Central Europeo (BCE), la vuelta a la ortodoxia monetaria comenzará a producirse en 2019, una vez que Mario Draghi ponga fin al programa de compra de bonos y suba los tipos de interés de referencia por primera vez durante su mandato.
El Gobierno confía en cerrar este año con una deuda pública sobre el PIB del 98,1% y la meta a medio plazo es rebajar la tasa hasta el 60%, que es el nivel máximo que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la eurozona. Este objetivo, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), no se producirá, al menos, hasta el año 2035.