Audiencia Nacional

El jefe de riesgos de Popular admite que se llevaron sociedades a Luxemburgo sin apuntar la pérdida

Banco Popular, Audiencia Nacional
Caso Banco Popular en la Audiencia Nacional.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El caso Banco Popular cada vez pinta peor para los imputados en la Audiencia Nacional, en especial para Ángel Ron, el presidente que realizó la cuestionada ampliación de capital de 2016. El entonces director de riesgos, José María Sagardoy, reconoció la semana pasada ante el juez José Luis Calama que el banco traspasó sociedades a la firma luxemburguesa Thesan Capital sin provisionar las pérdidas incurridas al adjudicárselas. Asimismo, la exdirectora de auditoría interna -que fue imputada cuando declaró como testigo- admitió que no hizo nada entre enero y marzo de 2017 para comprobar si se había financiado la compra de acciones pese a haber sido alertada de esta práctica.

La existencia de Thesan salió a la luz cuando la Agencia Tributaria aportó a la causa en 2018 un informe sobre un entramado societario compuesta por ocho empresas a las que Popular traspasó créditos de por un global de 197,26 millones de euros. Hacienda encontró evidencias de estas prácticas en un registro de un despacho de abogados implicado en el ‘caso Nummaria’ (el que ha llevado al banquillo a Imanol Arias y Ana Duato por supuesto fraude fiscal). El juez Calama sospecha que Ron utilizó estas firmas luxemburguesas para ocultar pérdidas y falsear así la contabilidad del banco en la citada ampliación de capital.

Sospechas que se vieron reforzadas la semana pasada con la declaración de Sagardoy. En ella, el exdirector de riesgos admitió que Popular trabajaba con Thesan y, lo que es más, que las sociedades se traspasaron sin provisionar las pérdidas, según fuentes conocedoras de la declaración. El sistema, según explicó, consistía en que el banco refinanciaba la deuda de estas compañías, normalmente inmobiliarias. «La garantía de la refinanciación de estas sociedades eran las propias acciones de la sociedad refinanciada y se desarrollaba un plan de viabilidad para gestión de activos para que devolvieran la deuda al Banco», declaró. «Desde un punto de vista de riesgos, lo importante es que había un nuevo gestor y que se reducía la deuda. Ese era el objetivo», añadió.

Es decir, el banco se quedaba con esas sociedades cuyos activos habían perdido casi todo su valor por el hundimiento del mercado inmobiliario, algo que hicieron todas las entidades al estallar la burbuja. Esa pérdida de valor debía provisionarse (apuntarse como pérdida, lo que llevó a la quiebra a numerosas cajas de ahorros), pero Popular las traspasó a Thesan en Luxemburgo sin dotar esos saneamientos: «Las nuevas sociedades de Luxemburgo a las que se otorga financiación no se llevaban a provisiones», admitió Sagardoy ante el magistrado. Solo tenían las que se habían dotado en España, muy lejos de cubrir el deterioro real de su valor.

Lo cual abona la tesis de que este procedimiento perseguía ocultar esas pérdidas en las cuentas de Popular al sacarlas de balance y traspasarlas a Thesan sin apuntarse la pérdida correspondiente. Entre las sociedades que se llevaron a Luxemburgo, Sagardoy citó a Mecánicos Avanzados, Playa Ampiaries y Taler Real Estate. Asimismo, citó a Santiago Brugaleta como responsable de Thesan.

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