El invento revolucionario que va a acabar con el suelo radiante para siempre
Las alfombras térmicas están llenas de ventajas frente al suelo radiante
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Cuando llega el invierno, muchos españoles sueñan con disfrutar de un hogar cálido y acogedor, sin tener que pagar una fortuna en calefacción. Para lograrlo, existen diferentes opciones en el mercado, desde las más sofisticadas hasta las más sencillas. Una de las más populares es el suelo radiante, que consiste en instalar tuberías o cables eléctricos bajo el pavimento, que calientan el suelo y el ambiente por radiación. Sin embargo, este sistema tiene varios inconvenientes, como su elevado coste de instalación y mantenimiento, su incompatibilidad con algunos tipos de suelo y su lenta respuesta térmica.
Por eso, muchos consumidores buscan alternativas más económicas, prácticas y eficientes, que les permitan ahorrar energía y dinero, sin renunciar al confort. Una de ellas son las alfombras térmicas, un invento revolucionario que promete acabar con el suelo radiante para siempre.
¿Qué son las alfombras térmicas y cómo funcionan?
Las alfombras térmicas son unos tapetes que se colocan sobre el suelo y que se conectan a la red eléctrica. Están fabricadas con materiales aislantes y resistentes al fuego, y cuentan con un sistema de calefacción integrado, que genera calor de forma rápida y uniforme. Algunas de ellas incorporan también un termostato, que permite regular la temperatura deseada, y un temporizador, que apaga la alfombra automáticamente después de un tiempo determinado.
Las alfombras térmicas se pueden usar en cualquier estancia de la casa, ya sea el salón, el dormitorio, el baño o la cocina. Se pueden colocar sobre cualquier tipo de suelo, ya sea de madera, de cerámica, de mármol o de moqueta. Además, se pueden elegir entre diferentes diseños, colores y tamaños, para adaptarse al estilo y al espacio de cada hogar.
¿Qué ventajas tienen las alfombras térmicas frente al suelo radiante?
Las alfombras térmicas tienen varias ventajas frente al suelo radiante, que las convierten en una opción más atractiva y conveniente para los consumidores. Estas son algunas de ellas:
- Son más baratas: el precio de una alfombra térmica puede variar según el modelo, la marca y el tamaño, pero en general es mucho más asequible que el de una instalación de suelo radiante. Por ejemplo, en Amazon se pueden encontrar alfombras térmicas desde 111,55 euros hasta 254 euros, mientras que el coste medio de un suelo radiante ronda los 5.000 euros, según el portal Habitissimo.
- Son más fáciles de instalar: las alfombras térmicas no requieren de ninguna obra ni de ningún permiso, solo hay que desplegarlas sobre el suelo y enchufarlas a la corriente. En cambio, el suelo radiante implica levantar el pavimento existente, colocar las tuberías o los cables, cubrirlos con una capa de mortero y volver a poner el suelo. Además, hay que tener en cuenta la altura del suelo, que puede aumentar entre 3 y 10 centímetros, lo que puede afectar a las puertas y a los muebles.
- Son más eficientes: las alfombras térmicas consumen menos energía que el suelo radiante, ya que calientan solo la superficie que se necesita y se pueden apagar cuando no se usan. Según la marca ULPYO, una de las más vendidas en Amazon, una alfombra térmica de 400 W tiene un coste anual de 33,23 euros, por un uso de una hora al día. Además, al usar la alfombra térmica se puede bajar la temperatura de la calefacción central, lo que supone un ahorro adicional del 7% por cada grado que se reduce, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Por el contrario, el suelo radiante consume más energía, ya que calienta toda la superficie del suelo y tarda más en alcanzar la temperatura óptima. Además, al ser un sistema de baja temperatura, necesita de una fuente de calor complementaria, como una caldera o una bomba de calor, que también supone un gasto extra.
- Son más cómodas: las alfombras térmicas ofrecen una sensación de calor más agradable y confortable que el suelo radiante, ya que se pueden ajustar a la temperatura que se prefiera, desde los 10 hasta los 60 grados centígrados. Además, se pueden mover de un lugar a otro, según las necesidades de cada momento. Por ejemplo, se puede usar la alfombra térmica en el salón mientras se ve la televisión, y luego llevarla al dormitorio para dormir calentito. El suelo radiante, en cambio, tiene una temperatura fija, que puede resultar demasiado alta o demasiado baja, según la persona y el clima. Además, no se puede cambiar de sitio, ya que está integrado en el suelo.
¿Qué precauciones hay que tener con las alfombras térmicas?
Las alfombras térmicas son un invento seguro y confiable, que cuenta con varias medidas de protección contra posibles riesgos, como el sobrecalentamiento, el cortocircuito o el incendio. Sin embargo, como cualquier aparato eléctrico, hay que tener algunas precauciones para evitar accidentes o averías. Estas son algunas de las recomendaciones que se deben seguir:
- No cubrir la alfombra térmica con objetos o telas que puedan impedir la ventilación y provocar un aumento de la temperatura.
- No doblar ni enrollar la alfombra térmica cuando esté encendida o caliente, ya que podría dañar el sistema de calefacción o causar un cortocircuito.
- No mojar ni lavar la alfombra térmica, ya que podría estropear el mecanismo eléctrico o causar una descarga. Si se ensucia, se puede limpiar con un paño seco o ligeramente húmedo, siempre que esté desconectada de la corriente.
- No usar la alfombra térmica en lugares húmedos o con riesgo de salpicaduras, como el baño o la cocina, ya que podría provocar un cortocircuito o una descarga.
- No dejar la alfombra térmica encendida durante mucho tiempo o sin vigilancia, ya que podría provocar un sobrecalentamiento o un incendio. Se recomienda usar el temporizador, si lo tiene, o apagarla manualmente cuando no se necesite.
- No usar la alfombra térmica en habitaciones donde haya niños pequeños o mascotas sin la supervisión de un adulto, ya que podrían quemarse o morder el cable. Se recomienda colocar la alfombra térmica en un lugar seguro y fuera del alcance de los niños y los animales.
Las alfombras térmicas son un invento revolucionario que va a acabar con el suelo radiante para siempre, ya que ofrecen una solución más económica, práctica y eficiente para calentar el hogar en invierno. Con las alfombras térmicas se puede disfrutar de un ambiente cálido y confortable, sin tener que pagar una fortuna en calefacción. Además, se pueden elegir entre diferentes diseños, colores y tamaños, para adaptarse al estilo y al espacio de cada hogar. Solo hay que tener algunas precauciones para evitar accidentes o averías, y seguir las instrucciones del fabricante. Si quieres probar las alfombras térmicas, puedes encontrarlas en Amazon o en otras tiendas online, y comprobar por ti mismo sus beneficios.
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