Encargó otros dos informes para sepultarlo

El informe que Díaz quiso ocultar advierte de que la subida del SMI impidió la creación de 29.000 empleos

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo.

Ni siquiera los informes encargados por la propia Yolanda Díaz pueden blanquear los efectos negativos que la subida del SMI tiene en el mercado laboral. Por este motivo, la titular de Trabajo ha querido ocultar esta «crítica» a una de sus medidas estrella, primero, ocultándosela a las formaciones políticas y a las instituciones económicas que se lo solicitaban y, después, sepultándolo entre otros informes más favorables. Todo con un único objetivo: esconder que el alza del SMI impidió la creación de 28.800 puestos de trabajo.

El pasado año, Díaz encargó a ISEAK, institución que dirige la economista Sara de la Rica, un informe titulado El impacto de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en el mercado laboral: intensidad laboral, brechas de género y desigualdad. El Instituto Ostrom, un think tank liberal con sede en Barcelona, reclamó al Ministerio de Trabajo y Economía Social la publicación de dicho estudio, amparándose en la Ley de Transparencia. Asimismo, otras formaciones políticas como Ciudadanos también solicitaron al Congreso la publicación de dicho informe.

Tras múltiples excusas por parte del ministerio de Yolanda Díaz y del Gobierno, el Instituto Ostrom interpuso una reclamación ante el Consejo de Transparencia, que, el pasado 23 de septiembre, resolvió a favor del think tank instando a Yolanda Díaz a publicar el trabajo en un plazo de diez días. Sin embargo, el Ejecutivo socialista se saltó la fecha límite impuesta por el organismo y no hizo público el informe. Pero esta misma semana, el Gobierno ha filtrado este texto a El País y la Ser junto con otros dos escritos que si muestran una posición mucho más favorable a la subida del SMI que pretende Yolanda Díaz.

El análisis de Sara de la Rica, que Díaz ha intentado sepultar entre otros informes, asegura que, si no hubiera subido el salario mínimo, se habrían creado 28.800 puestos de trabajo más de los que se crearon. Según ese texto, el efecto negativo fue aumentando gradualmente con el paso del tiempo. «En un año, los mayores de 30 años pierden más empleo, hasta 3 puntos porcentuales más, y los menores de 30 años trabajan menos horas, hasta 1,31% menos» reza el escrito publicado por los medios anteriormente citados.

Por el contrario, los otros escritos -que sustentan la subida del SMI que propone la titular de Trabajo- aseguran que esta alza mejoró notablemente la situación de las personas vulnerables, mayoritariamente de mujeres y niños y, además, favoreció el incremento de todas las nóminas en general. Estos informes, tanto los que apoyan las tesis de Díaz como los que no, servirán al comité de expertos que estudia si se puede elevar a 1.100 euros al mes el SMI, aunque no son vinculantes.

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