H&M aplica ‘salarios justos’ en 230 fábricas de Asia dispuesta a asumir un alza en los costes de producción

H&M Trell
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María Villardón

H&M da un paso más para mejorar las condiciones de trabajo de las fábricas ubicadas en Asia donde producen. Han desarrollado un programa de ‘salarios justos’ que se aplican ya en 228 factorías de Bangladesh, un 60% más que en 2016, según datos del Informe de Sostenibilidad 2017 de la compañía textil. Desde la sueca saben que un incremento de las retribuciones repercutirá directamente sobre sus costes de producción, pero admiten que está dispuesta a asumirlo.

Cuando hablamos de ‘salarios justos’ aplicados a la cadena de valor de H&M nos referimos a brindar sueldos acordes con el nivel de vida del país donde se ubican las factorías. Para apoyar el desarrollo de acuerdos de negociación colectiva en toda la industria y prácticas de compra que respalden un salario digno, el grupo de H&M, IndustriALL y otras marcas dentro de la plataforma de ACT firmaron un MoU (Memorandum of Understanding).

Este programa se comenzó a poner en marcha en 2015, año en el que sólo 69 de las factorías se adhirieron, sin embargo, la iniciativa ha tomado impulso en los tres últimos años. Actualmente son 228 que lo han implantado, un 60% en 2016 cuando la cifra ascendía a 140 puntos de fabricación.

Según explican a este periódico, Karl-Johan Perssonse, CEO de H&M, se reúne de manera habitual con los Gobiernos de aquellos países en los que fabrica sus prendas para conseguir mejorar los salarios de los empleados.

Según este mismo documento, 228 fábricas proveedoras de H&M con más de 375.000 trabajadores implementaron mejores sistemas de administración de salarios en 2017. La compañía sueca da formación a empleados, representantes sindicales y también a los propietarios de las factorías textiles para, al menos, intentar ir cambiando la cultura sobre las condiciones de trabajos de los países fabricantes.

Este proyecto de ‘salarios justos’, puesto en marcha en 2013, contempla que en las retribuciones se tengan en cuenta las habilidades, la experiencia y la responsabilidad. Recordemos que este mismo año se vino abajo la fábrica de Rana Plaza, en el distrito de Dasca (Bangladesh), y murieron más de 1.000 empleados.

Bangladesh es el segundo mayor exportador de moda a nivel internacional, tiene en su haber más de 4.000 fábricas que mueven la economía del país y el 80% de los empleados son mujeres.

Un hecho dramático que fue el germen de un nacimiento de los movimientos sindicales en el país. Según datos de la ONG Solidarity Center, el número de sindicatos se ha multiplicado por cinco desde 2013 y ya tiene alrededor de 500 asociados, la amplia presencia femenina.

Fuentes de la H&M explican que, obviamente, no es la compañía la que debe decir si un salario es justo o no es justo, creen que es un trabajo que se debe hacer de manera conjunta con los representantes sindicales, los empresarios, los Gobiernos y el resto de compañías del sector textil que también fabrican en Asia. Consideran, y así lo señalan, que es un trabajo conjunto.

Las mujeres se ponen al frente de la lucha sindical en Asia, pero muchas de ellas denuncian ante organizaciones internacionales que se enfrentan cada día a baches en el camino complicados de sortear. Pues algunas de estas líderes sindicales son despedidas por los gerentes de las fábricas que temer el poder de los sindicatos sobre las plantillas.

H&M, afirman fuentes de la textil, sabe y es consciente de que, si elevan los salarios a los empleados de las fábricas textiles, el coste de producción se va a incrementar para ellos porque el dueño de la factoría subirá los precios. No obstante, afirman, es un coste que estamos dispuestos a asumir desde la firma.

Creen también que se trata de un proceso lento porque hay falta cultura, los empleados de los fabricantes de las prendas de H&M -y más firmas textiles de diversa naturaleza y target- no reclaman sus derechos porque ni siquiera saben que los tienen. Por ello, la sueca insiste en informar a los empleados y propietarios de las fábricas de la necesidad de representación sindical elegida de manera democrática dentro de los lugares de trabajo.

Según datos del mismo Informe de Sostenibilidad, 458 fábricas y más de 620.000 trabajadores ya han recibido información de H&M sobre el programa de diálogo en el lugar de trabajo.

Además, señala que otro de los objetivos cumplidos ha sido que el 100% de las unidades de fabricantes de prendas en Bangladesh llevaron a cabo elecciones democráticas de representantes de los trabajadores. En total, 2.882 personas fueron elegidas y el 40% de ellas han sido mujeres. En este sentido, la empresa mantiene programas de relación y formación con los empleados en 460 factorías en China, Bangladesh, Camboya, India, Indonesia, Turquía, Etiopía y Myanmar.

El objetivo del grupo H&M para 2018 es establecer comités de representantes de trabajadores elegidos democráticamente y sistemas mejorados de administración de salarios en proveedores que representen el 50% del volumen de productos del grupo textil.

Las últimas cuentas presentadas por la compañía han sido calificadas de “decepcionantes” por parte de la dirección. El beneficio se ha hundido un 44% en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, el beneficio neto de explotación cayó un 62% y las ventas descendieron un 2%.

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