De Guindos: «Sería deseable y necesario que se produjeran fusiones bancarias transfronterizas»
Las fusiones bancarias no son un fin en sí mismas, pero sí un instrumento para mejorar la rentabilidad o reducir costes operativos. Así explica el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, a OKDIARIO el proceso de concentración bancaria que desde hace unos años se ha puesto en marcha en los países de la zona euro, y del que fue un inductor y protagonista destacado como ministro de Economía durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Hasta ahora, las fusiones que se están llevando a cabo son básicamente domésticas, donde todavía habría terreno y posibilidades para explorar, pero él apuesta por dar un paso más: anima a las fusiones transfronterizas.
«Sería muy deseable y necesario. Pondría de manifiesto que en Europa hay un mercado bancario único, que es lo que hemos pretendido, ya que tenemos una política monetaria común, una resolución unificada y una supervisión centralizada, aunque todavía carezcamos de un seguro de depósitos único», explica el vicepresidente del BCE en su entrevista con OKDIARIO.
¿Por qué no se han producido las fusiones transfronterizas? De Guindos lo achaca a dos motivos. El primero, a que es más fácil conseguir sinergias y ahorros de costes en las fusiones dentro de un mismo país; después, a cuestiones meramente legislativas. «Las distintas normativas entre Estados dificultan y entorpecen que las fusiones transfronterizas tengan lugar», afirma.
De Guindos admite que la crisis del coronavirus ha empeorado los problemas que ya existían en el mercado financiero, y -aunque deja claro que esta crisis es muy diferente a la que estalló en 2007-, apunta a la baja rentabilidad de los bancos como la principal amenaza del sector. «Si un banco no tiene rentabilidad, antes o después acaba afectando a su base de capital».
En cuanto a los tipos de interés, el ex ministro de Economía y Competitividad confirma que se mantendrán muy bajos hasta que la situación económica lo requiera. «Los tipos de interés van a estar en niveles mínimos mientras la inflación sea reducida -que es lo que esperamos- y no haya una normalización de la situación económica. En estos momentos, y después del repunte que hemos tenido en los últimos meses, la inflación en Europa está en el 0,9%. El objetivo del BCE es que la inflación se mantenga en un nivel inferior al 2% a medio plazo». Según De Guindos, es verdad que los tipos de interés negativos tienen contraindicaciones, como la de reducir el margen de intermediación financiera, pero al mismo tiempo, asegura, contribuyen a alimentar la actividad económica, animan a las empresas y a los particulares a pedir préstamos, y esto acaba siendo finalmente muy bueno para los bancos, sobre todo en los momentos de crisis que vivimos.
Más provisiones
El BCE da por hecho que la morosidad de las entidades financieras crecerá debido a la pandemia. De hecho, el último dato del Banco de España ya confirma que la morosidad de la banca española ha subido al 4,45% en enero debido a las dificultades para normalizar la atención de los créditos. En este escenario, De Guindos admite que el Consejo de Gobierno del BCE estudia la posibilidad de que los bancos eleven sus provisiones para evitar problemas de solvencia. Aún así deja claro que la crisis ha impactado de forma muy heterogénea en el sector, y en cada uno de los países.
«Evidentemente esta es una cuestión que continuamente estamos vigilando. Analizamos a diario si las provisiones son las adecuadas y estamos muy atentos para evitar posibles problemas. De todas maneras, en Europa no hay un solo banco, es decir, que existe una dispersión de entidades y de instituciones. No todos están en la misma situación. Ni en todos los países la crisis está teniendo el mismo impacto, ni todos los sectores son idénticos», aclara.
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