opinión

La guerra tecnológica se libra desde California

semiconductores, tecnológicas, nvidia, california

La innovación en la industria de los semiconductores domina la inteligencia artificial desde California. Los semiconductores son materiales que, en función de la presión, temperatura, radiación o campos magnéticos, actúan de forma binaria, ya sea como conductores, permitiendo el paso de la corriente, o como aislantes. Los semiconductores están en el centro de la geoeconomía, lo que los convierte en clave en la industria electrónica e informática, en los móviles y ordenadores personales, y también en sectores como la seguridad, la defensa, la automoción, la energía, la salud y las telecomunicaciones. Están en todas partes.

Los materiales semiconductores utilizados son el silicio, el germanio, el estaño, el selenio, el telurio e incluso el bismuto, según ha publicado la Universidad de Pekín, superando a los dispositivos más avanzados. Se utilizan para fabricar transistores, diodos y chips. En un solo diminuto chip pueden encontrarse hasta 70 elementos de la tabla periódica y más de 300 materiales distintos que provienen de diferentes geografías del globo.

La industria de los chips no solo aporta los beneficios propios de sus productos finales, sino que también mejora la formación, crea empleo y atrae inversión y talento allí donde se desarrolla, incrementando la competitividad.

Los chips son circuitos electrónicos integrados que, además, representan cada vez más una pieza clave en el desarrollo de la inteligencia artificial, constituyendo la base del desarrollo de la velocidad de procesamiento y el almacenamiento exponencial que requiere esta tecnología. Los métodos de fabricación de los microchips semiconductores también están sufriendo un gran avance, lo que permite reducir el coste del proceso.

La cadena de valor de los chips se estructura en torno a cinco tipos de fabricantes: los desarrolladores básicos de diseños de chips, los desarrolladores avanzados sin fábrica propia, los fabricantes puros como TSMC, las empresas de ensamblaje, prueba y empaquetado (ATP), y finalmente, los productores integrados de dispositivos (IDM), que hacen todo lo anterior dentro de un grupo empresarial, como Intel, Texas Instruments o Samsung, que operan en el mercado desde 1983.

En la industria de los semiconductores hay una serie de países clave: EEUU, con Silicon Valley, el Valle del Silicio, a la cabeza, y Taiwán. Pero también podemos añadir algunos protagonistas industriales radicados en los Países Bajos y el Reino Unido, que han sabido generar un ecosistema propicio para la investigación y el desarrollo tecnológico, una realidad que, muchas veces, genera soluciones que parecen fruto de una película de ciencia ficción.

Hablamos de países que dedican más esfuerzos y recursos a la innovación y a facilitar un ecosistema, que a la regulación y al control de lo existente. A continuación, veremos algunos de los ejemplos más destacados dentro de un ecosistema cada vez más importante para el desarrollo económico y la creación de empleo en el ámbito tecnológico. Desglosaremos los principales avances en este campo que están siendo obtenidos gracias a su uso en el desarrollo de la inteligencia artificial.

Veremos los principales avances tecnológicos y quiénes son sus protagonistas e impulsores, principalmente desde Silicon Valley en California y Taiwán, pasando por determinados países europeos. Su capacidad de adaptación al mercado, la inversión en innovación y la superación de los desafíos industriales les garantizarán mantener su liderazgo.

Son empresas a las que cada vez se les exige la entrega de semiconductores con gran rapidez de procesamiento y menor consumo de energía. Solo la evolución tecnológica y las futuras inversiones en innovación y desarrollo les permitirán seguir adaptándose a las nuevas demandas de las grandes empresas tecnológicas líderes.

Comenzamos por el gran exponente del sector, Nvidia, una empresa fundada en 1993 en California, que se encuentra a la cabeza del sector de los microchips, liderando los grandes avances en inteligencia artificial y controlando una gran parte del mercado de este tipo de procesadores avanzados, que son, además, la espina dorsal del negocio de la inteligencia artificial de Microsoft y Google. Nvidia acaba de presentar Blackwell GPU, un chip que es entre 3 y 5 veces más rápido que su antecesor, Hopper. Pero Nvidia no solo está centrada en el negocio de los procesadores, sino que también está mejorando su software para hacer más accesible el uso empresarial de la inteligencia artificial.

Desde California opera también Broadcom, fundada en 1961, que hoy está en un proceso de gran crecimiento gracias al desarrollo de soluciones y aplicaciones en el campo de la inteligencia artificial. Las grandes multinacionales presentes en la nube son sus principales clientes. En 2023 adquirieron la empresa VMware, lo que ha permitido combinar el hardware con software avanzado, además de establecer una asociación con Google, permitiendo a millones de usuarios almacenar y compartir sus datos online en la nube, haciendo posible contar con conexiones a internet de gran velocidad utilizando 5G.

En tercer lugar, desde California opera Samsung, con una cuota cercana al 10% de la fabricación mundial de chips, especialmente semiconductores diminutos de entre 2 y 4 nanómetros (una micra es la milésima parte de un milímetro y un nanómetro es la milésima parte de una micra) para teléfonos móviles y ordenadores portátiles, que cada vez son más rápidos y consumen menos energía.

Los niveles de inversión de Samsung superan los 21.000 millones de dólares. Tiene un acuerdo estratégico con la compañía taiwanesa TSMC para desarrollar nuevos chips un 10% más rápidos, consumiendo un 40% menos de memoria, y ha conseguido la aprobación de sus chips para inteligencia artificial por parte de la todopoderosa Nvidia. Se rumorea que podrían abandonar la línea de fabricación para terceros, precisamente porque no logran competir con TSMC.

AMD, fundada en 1969 en California, ha puesto en el mercado chips súper rápidos sobre arquitectura Zen5, destinados tanto a los ordenadores como a las grandes granjas de servidores de los centros de datos, que representan cada vez una parte mayor de su negocio. Además, cuenta con una alianza estratégica con empresas como Google, Meta y Microsoft para los servicios en la nube y en el campo de la inteligencia artificial. Se han atrevido incluso a poner en circulación, a finales de 2024, uno de los competidores de los chips de Nvidia bajo la denominación MI325 X.

Seguimos con Qualcomm, fundada en 1985 en California, centrada en la mejora de la tecnología 5G con el módem Snapdragon X75 de inteligencia artificial, que permite descargar archivos a gran velocidad desde los teléfonos móviles, los vehículos (con mayor seguridad para productos de empresas como Xiaomi o Ford) y los diferentes aparatos que conforman la sociedad conectada en las nuevas smart cities. La tecnología de Qualcomm utiliza la inteligencia artificial para analizar imágenes, reconocer la voz humana y traducir en el momento los mensajes. Para finalizar, señalar que está desarrollando una serie de redes 5G privadas para ofrecer a diferentes clientes acceso a soluciones IoT (internet de las cosas).

Destacamos una sexta empresa californiana, Applied Materials, un fabricante puro fundado en 1967, que está desarrollando máquinas que ayudan a fabricar microchips. Una de sus grandes innovaciones ha sido patentar el uso de un revestimiento bimetálico de rutenio y cobalto, que permite reducir la resistencia eléctrica un 25% para que los microprocesadores funcionen de una forma más eficiente.

Una séptima empresa americana, esta vez de Texas, Texas Instruments, fundada en 1930, está presentando grandes avances en el equipamiento de chips para vehículos, para hacerlos mejores y más seguros mediante la asistencia a los conductores. Otras apuestas de la empresa son la industria de la salud y el desarrollo de smart cities. También están colaborando con el Gobierno de EEUU en el desarrollo del negocio de la fabricación de baterías en Texas y Utah.

La lista no estaría completa si no hablásemos de la taiwanesa TSMC, ASML, que opera desde los Países Bajos, y ARM Holdings, creada en 1990 en el Reino Unido, cuya compra por 40.000 millones de dólares ofrecidos por Nvidia fracasó en 2022 debido a trabas regulatorias, tal y como anunció el banco japonés Softbank.

Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) es una de las mayores compañías del sector desde 1987, fabricando alrededor del 65 % de los semiconductores del mundo. Como fabricante puro o foundry, desarrolla chips avanzados de hasta 3 nm para otras empresas, chips que permiten operaciones más rápidas y consumen menos energía. Sus clientes incluyen a compañías como Apple y Nvidia, que dependen de TSMC para algunos de sus componentes críticos. Están construyendo fábricas en Japón y EE. UU. como parte de un plan para compensar las amenazas de dominio territorial de China sobre la isla de Taiwán.

ASML, un fabricante puro en operación desde 1984, fabrica pequeños componentes clave para la industria de los teléfonos inteligentes y los ordenadores personales. Empezó creando una sofisticada máquina llamada EUV (Sistema de litografía ultravioleta), capaz de hacer chips muy pequeños con muchos transistores, que llegó a vender por 400 millones de dólares. Actualmente, fabrica máquinas que pueden crear chips de 3 nm, muy potentes, trabajando para TSMC, Intel y Samsung, con una potente innovación en un mercado muy competitivo.

Terminamos con la británica ARM, que trabaja con Samsung y Alibaba Group, fabricante de chips junto con Huawei, para entrenar modelos de inteligencia artificial mediante «mixture of experts» de la china Ant Group, respaldada por Jack Ma, centrada en la inteligencia artificial y en la evolución de la computación en la nube, moviendo las capacidades de procesamiento a los lugares donde más datos se generan y más datos se necesitan, como hospitales, centros de investigación, transporte, fabricación y telecomunicaciones (Edge Computing).

Para ello, debe trabajarse con una combinación de internet de las cosas, tecnología 5G y ciberseguridad. Sus nuevos microprocesadores de inteligencia artificial tienen como destino principal los vehículos y los robots, con un consumo muy eficiente de energía.

Visto el panorama del sector tecnológico y al hilo de las recientes declaraciones de la comisaria europea sobre las posibles multas a Google y Apple por no facilitar la entrada de competidores europeos al ecosistema digital liderado por las empresas estadounidenses, se observa un combate muy desigual, donde se enfrenta la regulación europea frente a la innovación en EEUU.

Termino reflexionando sobre la vulnerabilidad de Europa en la batalla silenciosa por el control de los semiconductores y el anuncio de la Comisión de comenzar un dañino proceso de interferencia gubernamental en unos mercados cuasi monopolísticos.

Si se lleva a cabo, esta intervención debería darse, de manera prioritaria, mediante el diálogo y los acuerdos que atraigan la inversión, fomentando la innovación, y no seguir con multas, declaraciones y amenazas de cerrar a las empresas europeas un mercado en el que somos tan dependientes de los americanos, como el de la Defensa. El anuncio del aplazamiento sin fecha de la construcción de la fábrica de Intel en Alemania es una muy mala noticia para la autonomía y la competitividad tecnológica de Europa.

Estamos tan necesitados como China, que consume la mitad de los chips fabricados a nivel mundial y, sin embargo, está avanzando en el camino hacia la autosuficiencia. Recordemos lo ocurrido con DeepSeek hace unas semanas, donde se vio que una de las claves de la autonomía buscada es desarrollar arquitecturas abiertas como el RISC-V.

José Luis Moreno, economista, ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.

Lo último en Economía

Últimas noticias