Análisis

La guerra comercial ataca de nuevo

El rebrote de la guerra comercial no gusta a la economía. La guerra arancelaria entre China y Estados Unidos vuelve a situar a la guerra comercial en la agenda económica.

Donald Trump
Donald Trump, presidente de EEUU.

Una semana agitada para las bolsas. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su ansia de reducir ese déficit comercial con China y por el que ruega a la Organización Mundial del Comercio desde el inicio de su mandato, anuncia un incremento en los aranceles para los productos de origen chino. Una subida que sacude, nuevamente, la economía.

Y es que, para Trump, el déficit que soporta Estados Unidos no es, ni mucho menos, justo y tolerable por el país. Para el Presidente, Estados Unidos es un gran perdedor en el comercio global, al menos si lo comparamos con China, por lo que, tras muchos diálogos y negociaciones, Trump ha anunciado el incremento de los aranceles para productos chinos, pasando de un 10%, al 25%, un incremento del 150%.

Para Trump, como hemos dicho, estos nuevos incrementos representan, además de un nuevo ingreso para el país en materia presupuestaria, un reducción de esta balanza comercial que, como hemos dicho, provoca la intranquilidad del Presidente. Aunque, no obstante, si cabe añadir que desde la llegada del Presidente Trump a la Casa Blanca, el déficit que presentaba esta macromagnitud no ha hecho más que acrecentarse.

En pleno oasis de paz en materia comercial, cuando se pensaba que las negociaciones iban a alcanzar el tan deseado acuerdo, cuando los mercados ya descontaban el pacto entre ambos bloques económicos, ambos también los más poderosos del mundo, el Presidente Trump, a través de su cuenta de Twitter, como era de esperar, desafía nuevamente a China, poniendo en juego todas las negociaciones, hasta ahora, realizadas.

Para China, la estrategia de Trump no es del todo justa y así lo ha comunicado en varias ocasiones. El Presidente Trump está continuamente presionando al Gobierno Chino, mientras, a su vez, sigue incrementando los aranceles en fases de negociación y sin avisos previos. Por ello, China ha comunicado que no va a mantenerse impasible ante la actuación y que tomará medidas.

China anunciaba la imposición de nuevos aranceles por valor de 60.000 millones

Tras las declaraciones, China, a través de un comunicado de Shanghai, anunciaba la imposición de nuevos aranceles por valor de 60.000 millones de dólares a los productos de origen estadounidense, como respuesta a los aranceles. Una decisión que el mismo Trump criticó, ya que recalcó el gran papel que poseen las empresas estadounidenses en la economía china y anunció que esta imposición de aranceles no era una respuesta, sino un agravante para su propia economía.

La economía China, al igual que Alemania, son economías muy dependientes del sector exterior y el comercio. Estamos hablando de que China, con casi un 40% de su PIB supeditado a comercio exterior, es uno de los países con más presencia en el mercado internacional y con una economía más dependiente de el. El país más exportador del mundo y el segundo más importador, por lo que las decisiones de Trump, como podemos ver, le afectan de una forma muy directa.

Por esta razón, dado el peso del comercio en la economía del gigante asiático, un nuevo bloqueo del comercio global y con un entorno desfavorable para el intercambio global , la economía del gigante asiático puede verse muy afectada, razón por la que el propio Gobierno impulsó la última reforma fiscal, la cual es la más grande de la historia y nacía con el objetivo de estimular e impulsar, amortiguando las posibles pérdidas de China en el comercio tras las tensiones con los Estados Unidos.

No debemos olvidar que ya no es solo el peso que posee el comercio en la economía China, sino que Estados Unidos, el país con el que mantiene su conflicto comercial, a su vez es su mayor y principal socio comercial. Un socio con el que, históricamente, ha mantenido un superávit de gran magnitud, llegando a alcanzar  un record histórico en 2017, que se cuantificaba en los 275.810 millones de dólares.

Ante el rebrote de las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo, así como las amenazas que recaen en Europa por el caso de Boeing, el comercio global vuelve a una situación de amenaza y en la que, como exponen los informes y las previsiones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), podrían verse reflejados en un decremento del comercio global, el cual lleva diez años al alza de forma continuada.

Estas tensiones se ven reflejadas en la economía que atraviesa un duro escenario

A su vez, dada la contribución del comercio global al crecimiento económico, estas tensiones también se ven reflejadas en la economía, la cual atraviesa un duro escenario de desaceleración a nivel global. Un escenario muy delicado, unas economías con crecimientos muy débiles y a las que los deterioros del balance de riesgos a nivel global, así como la suma de incertidumbres, no dejan importunar.

Según las previsiones que realiza el organismo, las cuales mencionamos de forma superficial, el comercio global podría sufrir una ralentización en el volumen de transacciones. El escenario presenta un duro bloqueo comercial, el cual limita las transacciones entre las principales economías. Un bloqueo que ha pronunciado hasta al mismísimo Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas para recalcar la importancia de la cooperación internacional en materia de comercio.

Unas declaraciones que ya han hecho desde el Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el mismo Warren Buffet o los principales organismos multilaterales. En un escenario tan debilitado, asumir más riesgos no beneficia a las economías, no debemos caer en errores proteccionistas, menos en un mundo cada vez más global y en el que las economías son más dependientes entre sí.

Por último, este rechazo también se pudo manifestar en los mercados, los cuales, ante las declaraciones del Presidente Trump, descendían notablemente durante la jornada bursátil en Wall Street. Por otro lado, en Shanghai, la bolsa cosechaba descensos superiores al 5%, cosechando así sus peores registros desde 2013. Unas consecuencias que los mismos inversores esperan revertir durante la cumbre del G20, en la que ambos mandatarios tratarán el conflicto comercial como tema prioritario.

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