Relevo en la presidencia de Competencia

Las grandes empresas respiran ante la salida de Marín Quemada de la CNMC: «No nos puede ir peor»

CNMC telefonica fusion
Cani Fernández, presidenta de la CNMC.
Carlos Ribagorda

«No nos puede ir peor». Esta es la respuesta de las grandes empresas de los sectores más afectados por la labor de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cuando se les pregunta por el cambio en la cúpula del organismo. El actual presidente, José María Marín Quemada, que accedió al cargo en 2015 bajo un Gobierno del PP, será sustituido por Cani Fernández, propuesta por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Fernández y otros cuatro consejeros que entran nuevos en la CNMC han pasado este jueves el examen de idoneidad para el cargo en el Congreso de los Diputados y ahora sólo falta que el Gobierno les ratifique en Consejo de Ministros.

Al margen del conflicto de intereses que tendrá que afrontar la nueva presidenta por su antigua labor como abogada del bufete Cuatrecasas y por el empleo de su marido en Compass Lexecon Europe, una firma especializada en temas de competencia, el relevo de Marín Quemada supone un respiro para las grandes empresas. En su opinión, desde la CNMC actual se ha castigado en exceso a las empresas al tiempo que no ha habido mucha posibilidad de diálogo.

«En nuestro sector ha abierto numerosos expedientes sancionadores que no han llegado a nada. Se ha creado mucho ruido y mucho bombo pero que no estaban justificados», aseguran desde una empresa del sector energético. «No me refiero a sanciones que han impuesto en este sector por problemas en los cambios de contrato de los clientes, que eso se produce porque algún comercial ha actuado de mala fe. Se trata de sanciones graves, acusaciones graves que han golpeado la reputación de las empresas», insiste esta fuente.

La CNMC ha abierto expedientes sancionadores prácticamente a todas las energéticas, en algunos casos con acusaciones graves como la manipulación del precio de la electricidad. Las empresas aseguran que estas acusaciones, que acaban en la Audiencia Nacional, acabarán en nada, mientras que desde la CNMC se insiste en que ganan el 90% de los casos en los tribunales.

«Para el sector ha sido malo. Su primera propuesta de rebajar la retribución al gas en más de un 20% suponía un golpe muy duro para las gasistas. Al final se ha reducido a menos del 10%, pero sigue siendo un ‘hachazo’», explica otra fuente del sector. «No sabemos si la nueva presidenta será mejor pero seguro que no es peor», señala.

Televisión

Marín Quemada también ha sido un quebradero de cabeza para el sector de la televisión. Las multas a Mediaset, RTVE y Atresmedia, entre otros, han sido constantes por saltarse los tiempos limitados de la publicidad. Además, tiene abierto un expediente sancionador de 77 millones de euros contra los dos grandes grupos privados por paquetizar la venta de publicidad y perjudicar a los pequeños operadores.

«No es cierto y en el juicio se va a demostrar. Probablemente hasta es posible que haya prevaricado y en el juicio lo veremos. Pero nos hemos sentido perseguidos y, sin embargo, ha dejado sin regular a las plataformas como Netflix y otras. ¿Por qué no pagan impuestos en España? ¿Por qué no pagan un canon a RTVE como tenemos que hacer las privadas y las operadoras de telefonía? ¿Por qué no pagan a la SGAE, como las privadas y las públicas?», se preguntan desde el sector. «A ver si la nueva presidenta de la CNMC se ocupa de esto», insiste.

Tampoco son un secreto las diferencias que ha habido con las operadoras de telefonía. La CNMC ha determinado que Telefónica tenga que compartir la fibra óptica que ha instalado en las zonas rurales con sus rivales, algo que por una u otra razón no ha contentado a ninguna de las partes. Tampoco en lo que se refiere a la obligación impuesta a Telefónica a compartir los derechos de emisión del fútbol. Unos le critican por tener que compartir esos contenidos pese a haber gastado una cantidad ingente de dinero en comprarlos, y los otros por las condiciones impuestas para acceder a esos contenidos.

«La nueva presidenta por lo menos es una técnica, y es experta en el sector de las telecomunicaciones. Se tendrá que abstener en algunas cosas, pero en principio es una experta en competencia», explican fuentes de este sector.

Sobre este aspecto, Cani Fernández ha asegurado este jueves durante su examen de idoneidad para el cargo en el Congreso que se abstendrá «ante cualquier duda de conflicto de intereses». Fernández ha señalado que ha roto toda relación con su anterior bufete, Cuatrecasas, al renunciar a la excedencia que tenía en su puesto de trabajo en ese despacho, del que salió en febrero para trabajar en el Gabinete de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Además, ha explicado que, tras consultar con la Oficina de Conflictos de Interés, «no son tantos los casos en los que tenga que inhibirme».

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