El Gobierno gasta 326.000 € de los fondos europeos en adaptar al uso humano una playa de Lugo

Mientras la oposición le acusa de no gastar el maná de los fondos europeos de manera eficiente y los empresarios de convertir el Plan de Recuperación y Resiliencia en una especie de repetición del Plan E de José Luis Rodríguez Zapatero -utilizó 5.000 millones de euros para obras innecesarias-, el Gobierno suma y sigue.

El Ministerio de Teresa Ribera ha licitado un concurso por el que pretende gastar 326.709 euros de estos fondos para la «eliminación de especies exóticas, restauración con autóctonas, y adecuación para el uso público del sistema dunar de la playa de Valea, en Barreiros (Lugo)», según refleja el objeto del contrato. Las empresas interesadas tienen hasta principios de septiembre para presentar su oferta, y el contrato tendrá una duración de doce meses.

De esta forma, el Ejecutivo destina de nuevo unos fondos del rescate europeo para una obra que parece tener poco que ver con el principal objetivo del Plan, la digitalización de la economía, de las pequeñas y las grandes empresas, para adaptarlas a la era digital y no quedarse atrás con sus competidoras europeas y mundiales. También para la transición ecológica hacia una sociedad menos dependiente del carbón y los combustibles fósiles, y donde tengan más protagonismo las energías renovables.

Sin embargo, como han denunciado los empresarios en repetidas ocasiones, se acumulan los contratos pagados con fondos europeos destinados a obras habituales, como reparación de carreteras, creación de carriles bici, o desarrollo de obras ferroviarias. De hecho, el PP denuncia que Adif, el gestor de las infraestructuras ferroviarias, es el organismo que más fondos se está llevando de este Plan de Recuperación y Resiliencia.

La propia Irene Montero, ministra de Igualdad, ha destinado fondos a cuestiones ideológicas de su Ministerio. El Gobierno socialista de Navarra ha destinado 7,6 millones de los fondos de este plan para rehabilitar un palacio y adecuarlo como centro de memoria histórica.

Retraso en el reparto

Además del uso de los fondos, los expertos, empresarios y oposición política recriminan al Gobierno otras dos cuestiones. Primero, que no facilite información detallada sobre el uso de los fondos europeos, como le reprochan el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Y en segundo lugar, el retraso en el reparto de los fondos. Hasta junio ha llegado a la economía real el 9% de lo presupuestado para todo el año 2022, y en 2021 sólo llegó el 45% del total previsto. Según datos del BBVA, este año se dejarán de repartir otros 18.000 de los 28.000 millones previstos.

La consecuencia de esto es que el impacto de estos fondos en la evolución del PIB será peor. Los principales organismos nacionales que han estudiado las cuentas del Gobierno retrasan el impacto de estos fondos ya a 2023, algo que no va a evitar que la economía nacional se resienta por el alargamiento de la guerra de Ucrania y las tensiones en China, que mantendrán la inflación alta más tiempo del previsto.