Algar Telecom, filial en Brasil de GIC

El fondo soberano de Singapur accionista de Cellnex no pujará por Oi y allana el camino a Telefónica

Telefónica y Oi.
Telefónica y Oi.
Carlos Ribagorda

Telefónica tiene un obstáculo menos para hacerse con la brasileña Oi Móvil, cuarta firma de este mercado en el país, por la que ha presentado una oferta conjunta con Telecom Italia y Claro, la operadora controlada por el mexicano Carlos Slim. Algar Telecom, participada en el país del fondo soberano de Singapur accionista de la española Cellnex, Government of Singapore Investment Corporation (GIC), ha abandonado finalmente la carrera por Oi y no acudirá a la subasta prevista en principio para el próximo 14 de diciembre.

GIC ha tomado posiciones en Cellnex y controla un 7,03% del capital del gigante de las torres de telecomunicaciones español. En 2018 adquirió por 200 millones un 25% de Algar Telecom y en verano dio su apoyo financiero a su participada para pujar por Oi Móvil, que tiene un 17% del mercado brasileño de móviles y que afronta la venta de sus activos para salir del concurso de acreedores.

Sin embargo, la firma ha decidido abandonar la carrera y no competirá con los tres primeros del sector ‘teleco’ en Brasil, según apuntan medios locales. Telefónica, que opera a través de la marca Vivo, Claro, de América Móvil, y Telecom Italia han presentado una oferta conjunta y además tienen la condición de ‘stalking horse’, es decir, han recibido de Oi el derecho de tanteo sobre cualquier oferta superior que aparezca por sorpresa en la próxima subasta.

Para Algar Telecom el precio ofertado por Telefónica, Claro y Telecom Italia, 2.600 millones de euros, es imposible de igualar. Ni con el apoyo financiero del fondo soberano de Singapur. Se trata de una operadora regional que necesita crecer para poder competir en el país con los tres gigantes pero la operación le viene grande. Está previsto que el 14 de diciembre españoles, mexicanos e italianos cierren la compra de Oi y se repartan sus activos.

Además de Algar Telecom, el otro posible rival, Highline Brasil, grupo controlado por el fondo estadounidense Digital Colony, también ha renunciado a pujar por los activos móviles de Oi. Durante un tiempo fue el negociador preferente de Oi pero finalmente desistió y a principios de noviembre anunció que no pujaría por la filial móvil. Tampoco ha sido posible que ambos rivales se juntasen y pujaran contra Telefónica, América Móvil y Telecom Italia. Highline sí ha sido la adjudicataria la semana pasada de las 3.800 torres de Oi.

Pese a la retirada definitiva de Algar Telecom, la compañía confía todavía en que las autoridades de competencia del país obliguen a los tres gigantes del sector a desprenderse de parte de los activos, momento en el que esta firma aparecería de nuevo en la operación.

Operación clave para Telefónica

La operación es clave para la operadora que preside José María Álvarez-Pallete. La oferta conjunta de los tres líderes del mercado -Telefónica ya tiene el 32% del mercado móvil, mientras Claro tiene el 25% y TIM, el 23%- busca repartirse los activos y evitar a las autoridades de competencia.

Telefónica, que ya tiene el 32% del mercado móvil de Brasil, mientras Claro tiene el 25% y TIM el 23%, busca repartirse los activos de Oi con sus dos rivales y evitar a las autoridades de competencia

Una oferta en solitario de cualquiera de las tres hubiese sido rechazada por el regulador, como ya ha sucedido en otras ocasiones en este país. Aún así, el regulador Anatel y el Cade, la ‘CNMC’ brasileña, han advertido de que vigilará la operación y que tardará un año como mínimo en aprobarla. La prensa local ha publicado que las empresas ya están trabajando con los reguladores para acortar esos plazos.

El pacto entre las tres firmas busca repartirse los activos y evitar unas duras condiciones por parte de Anatel y el Cade. De esta forma, Telefónica consigue sobre todo que ninguno de sus dos rivales se haga con esos activos y le arrebaten el liderazgo en el país. Desde la propia Oi se ha bendecido la venta a las tres compañías para que se repartan los activos y no haya posición de dominio por parte de ninguno.

Cerrar esta operación con éxito es clave para Telefónica. Brasil es uno de sus cuatro mercados clave, junto a España, Alemania y Reino Unido, y donde pretende convertirse en el líder convergente. Tras la retirada de sus rivales, todo está encauzado a falta de los reguladores. Misma situación que su operación en Reino Unido, donde el acuerdo de fusión de su filial O2 y Virgin Media está a la espera de los reguladores.

Pero pese a este acuerdo en Brasil, Telefónica mantiene su rivalidad con América Móvil en el resto del continente. Ambos pujarán por el 5G en Chile y la operadora española ha reabierto la batalla con Slim en México al acusar públicamente al Gobierno mexicano de favorecer a Slim en las adjudicaciones.

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