La Fed sube los tipos de interés 0,75 puntos hasta el 2,5% mientras que en la eurozona están en el 0,5%
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha subido los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta el rango del 2,25%-2,50%. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) del banco central estadounidense ha anunciado que llegarán más subidas de tasas en las próxima reuniones. Los tipos de interés de la zona del euro están en el 0,5%.
Todos los miembros del FOMC votaron a favor de la subida de 75 puntos básicos en lo que se ha convertido en el cuarto ascenso del año. El nivel actual del precio del dinero en Estados Unidos coincide con el ciclo de ajuste de los los años 2016 y 2018.
La situación actual de los tipos de interés en Estados Unidos se considera «neutral», según los expertos, de ahí que el organismo presidido por Jerome Powell avise de que se producirán «aumentos continuos» hasta conseguir el objetivo de inflación en el 2%. La inflación del país cerró junio en el 9,1%, máximos de cuatro décadas.
Las estimaciones de los analistas apuntan a que los tipos pueden llegar al 3,5% a cierre de año en EEUU. El curso ya arrancó con una diferencia de 75 puntos básicos respecto a la zona del euro, puesto que la facilidad de depósito de los países del euro estaba en el -0,5% en enero.
La brecha entre la Fed y el Banco Central Europeo (BCE), dado que el banco central estadounidense ya ha avisado de que los incrementos en el precio del dinero se mantendrán en el tiempo, llegará hasta los 260 puntos básicos este año, según las previsiones del consenso.
La situación cambiaría a partir del año que viene cuando se espera que la Fed reduzca el nivel de las subidas. Incluso hay analistas que apuntan a que el responsable de la política monetaria de Estados Unidos puede iniciar una estrategia de recortes de las tasas entre finales del segundo trimestre y comienzos del primero de 2023. En cambio, se estima que el BCE continuará con el proceso de normalización monetaria durante todo el año que viene.
El objetivo de la autoridad monetaria de la zona del euro es el mismo que el de la Fed, rebajar la inflación al 2% en el medio plazo. El IPC de la eurozona se situó el mes pasado en el 8,6%, máximos históricos. Ambos organismos coinciden en que no es momento de programar un calendario claro para la subida en el precio del dinero, sino monitorizar todos los datos económicos disponibles para tomar las decisiones reunión a reunión.
La presión para la Fed y el BCE con los tipos de interés es doble, pues a la alta inflación se le unen los tambores de recesión económica. El mercado estima que esta puede llegar a ambos lados del Atlántico antes del cierre de año, mientras que los dos bancos centrales restan hierro a la cuestión.
Ni Powell, ni la presidenta del BCE, Christine Lagarde, trabajan con un escenario central donde la recesión es la protagonista, pero sí reconocen que su llegada es una probabilidad, pero no para este año. El comunicado lanzado por la Fed respecto a la subida de tipos recoge que hay indicadores como el de gasto y producción que se han «suavizado», pero que la creación de puestos de trabajo y la tasa de desempleo «se han mantenido a la baja».