teletrabajo

Esta es la drástica medida que están aplicando algunas empresas con las personas que teletrabajan

Las empresas en contra del teletrabajo

Las empresas quieren suprimir el teletrabajo
Teletrabajo

En el panorama laboral actual, la tendencia hacia el trabajo remoto o teletrabajo ha ganado terreno, transformando la dinámica tradicional de oficinas. Sin embargo, un fenómeno alarmante ha surgido, como es la posibilidad de reducir los salarios de aquellos empleados que optan por trabajar desde la comodidad de sus hogares. Este cambio en las prácticas empresariales ha sido identificado en un estudio llevado a cabo en Europa por Pleo, una plataforma de gestión de gastos con sede en Dinamarca.

La encuesta revela que un sorprendente número de empresas, específicamente casi una de cada cinco pequeñas y medianas empresas (PYME) europeas, está considerando la opción de recortar los salarios de los trabajadores que realizan sus labores de manera remota. Este enfoque parece estar en sintonía con la estrategia general de muchas compañías de aumentar la eficiencia productiva mientras se reducen los costos operativos. A medida que se transita hacia un modelo laboral híbrido, algunas plazas de trabajo remotas están siendo sustituidas por oportunidades que combinan tanto el trabajo en la oficina como desde casa.

Menos salario en el teletrabajo

Thorbjørn Fink, director de operaciones de Pleo, señala que el ahorro de costos será una prioridad clave para el 25% de las empresas encuestadas en 2024. No obstante, Fink reconoce que aún no está claro cuál será la fuente de estos ahorros. Sorprendentemente, alrededor del 20% de las empresas que participaron en la investigación mencionan explícitamente la reducción de salarios de los trabajadores remotos como una estrategia para alcanzar dichos ahorros.

Fink, sin embargo, plantea la posibilidad de que las empresas podrían explorar otras formas de mejorar su salud financiera sin necesidad de recortar los salarios de los empleados remotos. La conciencia financiera y la eficacia en la gestión de recursos podrían ofrecer alternativas más éticas y sostenibles. Es importante considerar que, a pesar de la insistencia de algunas empresas en que el trabajo en la oficina mejora la productividad, diversos estudios sugieren que esta práctica puede generar costos adicionales tanto para las empresas como para los trabajadores. El propio estudio destaca que «algunas empresas abogan por prácticas laborales remotas para reducir los costos de oficina».

Este fenómeno no es completamente novedoso. A finales de 2022, Forbes publicaba un análisis que indicaba que algunos empleadores estaban conscientes de la creciente demanda de flexibilidad laboral remota y estaban dispuestos a considerar recortes salariales como una contrapartida. Investigaciones anteriores también han revelado que existe una tendencia a ofrecer flexibilidad en el trabajo remoto a cambio de salarios más bajos. Según el informe ‘Mejores prácticas de compensación de 2022 de Payscale’, el 40% de las organizaciones está considerando implementar una estructura salarial basada en la ubicación para los trabajadores remotos, utilizando el lugar de residencia como un factor determinante en la determinación del salario.

Grandes empresas tecnológicas también han explorado este enfoque. Google, por ejemplo, ha mantenido durante mucho tiempo una estructura salarial basada en la ubicación, ajustando los salarios según el costo de vida en diferentes regiones. Sin embargo, a medida que más empleados optaron por trabajar de forma remota, la empresa advirtió que los salarios podrían ser afectados si no regresaban a la oficina. En 2021, Google incluso desarrolló una herramienta que permitía a los empleados calcular cuánto cambiarían sus salarios al solicitar trabajar de forma remota.

Este fenómeno no se limita únicamente a la esfera tecnológica. Existen casos en los que empresas de países desarrollados optan por externalizar funciones en línea a países con salarios más bajos, buscando reducir costos de mano de obra. Esta estrategia pone de manifiesto la globalización de la fuerza laboral y cómo las empresas están dispuestas a aprovechar las diferencias salariales para optimizar sus gastos.

Reducción del teletrabajo

La proporción de teletrabajadores habituales en España se sitúa dos puntos porcentuales por debajo de la media de la Unión Europea (UE), según revela Eurostat, la oficina de estadística continental, coincidiendo con la conmemoración del Día del Teletrabajo el 16 de septiembre. En el primer semestre de 2023, un 8% de la fuerza laboral en España se dedicaba al teletrabajo de forma regular, marcando una diferencia de dos puntos en comparación con el promedio europeo del 10%. Estas cifras ubican a España en el decimoséptimo lugar en el ranking del teletrabajo dentro de la UE, quedando rezagada con respecto a líderes en esta modalidad laboral, como Irlanda (25%), Finlandia (23%), Suecia (18%) y Países Bajos (18%).

El país se encuentra distante de los primeros puestos de la lista de naciones que adoptaron con fuerza el teletrabajo como respuesta a la pandemia de COVID-19 en 2020, una medida destinada a garantizar la continuidad de las operaciones empresariales y proteger la salud de los empleados.

El teletrabajo implica que los empleados puedan llevar a cabo sus funciones laborales desde su hogar o cualquier otro lugar diferente a la sede física de la empresa, haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Estas estadísticas reflejan una realidad donde España se posiciona por debajo de la media europea en la adopción de esta forma de empleo flexible.

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