La España rural ha perdido más de dos millones de empleos desde que empezó la democracia
Desde 1976, han desaparecido más de dos millones de empleos relacionados con la agricultura, ganadería y pesca, sector que alcanzaba 20% del total de la ocupación española. Sin embargo el medio rural ha quedado al margen de dos procesos que han caracterizado la evolución del mercado de trabajo: la feminización y el desarrollo educativo.
Según el ultimo número de Panorama Social, publicación editada por Funcas, los ocupados en el sector rural- que ascendían a 2,6 millones- representaban más de un 20% de la ocupación total, mientras que en 1991, los puestos de trabajo relacionada con la actividad privada descendieron a 1,3 millones y ya en 2007, la ocupación agraria se situaba en los 801.000 trabajadores. Desde ese momento, esta proporción se ha estabilizado en alrededor de un 4% de la ocupación total.
De esta forma y según dicho estudio el campo se ha quedado fuera de dos procesos que han sido determinante para la evolución de los puestos de trabajos. Por un lado, la feminización del mercado de trabajo: en 1976 por cada 100 varones que trabajaban en el sector, lo hacían a su vez 40 mujeres, proporción que se extendía en todos los sectores.
Sin embargo, desde finales de los años 80 la proporción de mujeres ocupadas en el resto de sectores ha crecido rápidamente -en 2019, por cada 100 hombres había 87 mujeres-, en el sector agrario la proporción ha descendido, de modo que en 2019 se contaban 30 mujeres por cada 100 hombres.
Además de la feminización, el estudio recoge el nivel educativo de los ocupados en el sector agrario presenta una media de años de estudios desarrollados bastante bajo con respecto al de otros sectores.
Despoblación rural
El informe de Funcas, si la población en España estuviera homogéneamente distribuida por todo el territorio, la mitad viviría en municipios de menos de 10.000 habitantes. Sin embargo, este tipo de municipios- que suponen en torno al 80% del territorio español- solo concentran al 20% de la población.
La reciente revalorización de los espacios menos densamente poblados, la extensión del teletrabajo y la importancia creciente atribuida al contacto con la naturaleza y a su protección permiten conjeturar que el futuro del medio rural está más abierto de lo que puede dar a entender el concepto de vaciamiento.
Ahora bien, como ponen de relieve las investigaciones incluidas en el monográfico, la incapacidad de las áreas rurales para alcanzar los estándares de calidad de vida, de servicios y oportunidades que ofrecen los entornos urbanos ha reforzado el modelo de hábitat de baja densidad del territorio español.