La entrada de Saudi Telecom en Telefónica presiona para iniciar las fusiones de telecos en Europa
La compra de Saudi Telecom del 9,9% de Telefónica abre el mercado europeo a las fusiones
La entrada saudí en Telefónica necesitará autorización del Gobierno por ser contratista de Defensa
Pallete vuela a Arabia para conocer las intenciones de Saudi Telecom en Telefónica
La campanada de Saudi Telecom, la compañía pública de telecomunicaciones de Arabia, al comprar el 9,99% de Telefónica, puede tener muchas derivadas para el sector, una de ellas, la presión sobre el sector para acometer fusiones en Europa. Las telecos consideran este proceso de concentración necesario desde hace años, pero se ha encontrado hasta ahora con la oposición de la Comisión Europea.
El sector de las telecomunicaciones en Europa está muy atomizado, con una serie de campeones nacionales que compiten en cada país con numerosos rivales más pequeños. Tan sólo Telefónica, Vodafone y Orange tienen presencia en varios países, pero tampoco alcanzan la masa crítica suficiente para obtener una rentabilidad satisfactoria para sus inversores.
Pero la entrada de Saudi Telecom en Telefónica se suma a otras operaciones como la reciente compra de TowerCo también por parte de la compañía de Arabia o el aumento de participación de la emiratí Etisalat en Vodafone hasta el 14,6%. Asimismo, el magnate Patrick Drahi se ha hecho con el 24,5% en British Telecom.
Todos estos accionistas alternativos de las telecos europeas buscarán rentabilizar sus inversiones. Y una de las mejores formas de conseguirlo es mediante operaciones de concentración que permitan obtener sinergias: acceso a más clientes con menos costes gracias a la reducción de duplicidades y de personal. Por ello, van a presionar para iniciar el proceso, según fuentes del sector.
Fusiones por la baja rentabilidad
JP Morgan considera que estas operaciones en Vodafone y Telefónica «sin duda llamarán la atención de la Comisión Europea. Cabe esperar que finalmente consiga que las autoridades reconozcan que hace falta desesperadamente un cambio de la regulación para conseguir las altas rentabilidades que son necesarias para crear campeones europeos saludables».
La Comisión es muy reacia a autorizar fusiones en este sector, como demuestran las pegas que ha puesto a la de Orange y MásMóvil en España. Su argumento es que la desaparición de competidores perjudica a los consumidores porque reduce sus alternativas y provoca una subida de los precios.
Pero el escenario de negocio de las telecos es muy complicado. Se trata de un mercado muy maduro -todo el mundo ya tiene móvil y fibra- y, en consecuencia, con un crecimiento muy pequeño o nulo. La única fuente para obtener más ingresos por clientes son los servicios de valor añadido, pero tienen un coste muy elevado y son difíciles de rentabilizar: básicamente, derechos deportivos y plataformas de streaming de series y películas.
En el lado de los gastos, estas compañías tienen que acometer grandes inversiones para el despliegue de la red 5G, lo que ha obligado a Telefónica a vender activos con las torres de telefonía móvil o su unidad de cable submarino.
En general, las firmas de análisis coinciden en que la entrada de Saudi Telecom confirma la baja valoración con que cotiza Telefónica y su consiguiente potencial alcista en Bolsa. Ahora bien, también matizan que el cumplimiento de este potencial dependerá de la capacidad de crecer de la compañía -lastrada por la venta de sus torres y la pérdida de su mayor cliente en Alemania, 1&1- y de reducir su deuda.