Empresarios españoles confiesan que acuden al mercado negro ante la escasez de componentes

componentes mercado negro
Componentes electrónicos

La escasez de general de semiconductores y componentes sigue siendo protagonista en este segundo semestre de 2021. El enorme retraso con que están llegando de Asia hace pensar en que la crisis no está remitiendo, sino todo lo contrario: empresarios españoles prevén que se extienda no sólo a 2022, sino a 2023. Algunos de ellos han llegado a confesar que están adquiriendo en el mercado negro componentes afectados por la crisis.

La actual escasez de chips ha transformado en proeza lo que antes era el  acto cotidiano para el común de los mortales de adquirir una tarjeta gráfica, un USB o una consola de videojuegos. Pero para infinidad de empresas e industrias en todo el mundo adquirir componentes electrónicos está siendo un auténtico drama. Compañías de automoción, de fabricación de  electrodomésticos y de ordenadores. Cualquier sector industrial cuya  producción dependa de los semiconductores se está viendo seriamente dañado por una escasez que tiene su origen, por hacerlo corto, en la enorme diferencia entre la oferta y la demanda de semiconductores durante la  pandemia por el Covid. Luego se han añadido otros factores económicos y políticos que han complicado aún más la situación.

Los principales fabricantes de semiconductores están haciendo todo lo posible para incrementar su producción dentro del moderado margen de maniobra que tienen. De hecho, las grandes compañías han puesto manos a la obra a sus ingenieros para idear estrategias que les permita incrementar lo máximo posible su producción de chips.

Pero algunas empresas e industrias españolas se han visto abocadas a acudir al mercado negro para adquirir semiconductores ante la imposibilidad de seguir consiguiéndolos por los conductos ordinarios.

Ese mercado negro, como el ordinario, también se encuentra en países de Asia, esencialmente en China, Taiwan y Corea del Sur.

Empresas españolas están recurriendo a él como ocurriera durante los peores meses de pandemia (entre marzo y abril de 2019), cuando la enorme demanda de mascarillas, guantes y respiradores de todos los países del mundo, obligó a gran cantidad de estados a acudir al mercado negro para surtirse de ellos. Directivos de algunas industrias han confesado a OKDIARIO que están acudiendo a oferentes no oficiales en China, Corea del Sur y Taiwán, que les están surtiendo de materiales para poder seguir desarrollando su actividad. Aseguran que han de dirigirse al mercado negro, «pese al problema de la inexistencia de patentes», para poder seguir garantizando su producción, «porque la situación ya está siendo crítica», sostienen.

Las fuentes consultadas no quieren ser más explícitas para no elevar el precio de los productos que están adquiriendo en el mercado negro; en primer lugar, para seguir garantizando su existencia, y en segundo lugar, para que no aumenten más los costes ante una mayor demanda en estos conductos no oficiales.

Los chips son componentes básicos en un gran número de sectores, imprescindibles para la fabricación de coches, aviones, teléfonos, televisores, videoconsolas, equipamiento hospitalario y hasta lavadoras. Todo aquello «conectado» tiene incorporado un microprocesador.

La demanda de semiconductores ha crecido de forma vertiginosa en los últimos años, principalmente por el despliegue de las redes 5G y el impulso de sectores como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o el coche autónomo, por lo que no es la primera vez que el mercado de chips sufre tensiones entre la oferta y la demanda.

Lo último en Economía

Últimas noticias