Telecomunicaciones

El efecto imprevisto de la fusión de Orange y MásMóvil: se intensifica la guerra comercial entre telecos

El efecto de la fusión de Orange y MásMóvil: crece la guerra comercial
La batalla comercial entre las telecos es más intensa en España.

No deja de resultar paradójico que apenas dos meses después del anuncio de las negociaciones entre Orange y MásMóvil para acometer su fusión con el fin de reducir la agria competencia del sector de las telecomunicaciones se hayan multiplicado las ofertas de tarifas de telefonía e internet, con lo que se ha recrudecido la batalla en el segmento del low cost.

«La agresividad comercial no se ha parado», confirman fuentes del mercado, que constatan que desde que se comunicaron las conversaciones para la integración de ambas compañías «se han lanzado 10 o 12 ofertas por parte de otros operadores, intensificando la competencia».

Se puede afirmar que todas las operadoras han mantenido en este tiempo la maquinaria bien engrasada para presentar a los consumidores las promociones más atractivas, mientras que otras que están en ciernes y se conocerán en los próximos meses. En particular los pequeños operadores -Digi, Adamo o Finetwork- han acrecentado su guerra de precios como herramienta para capear el nuevo escenario que se prevé en un año si llega a buen puerto la fusión entre Orange y MásMóvil, por la que habrá tres grandes operadoras, siempre que los remedies o condiciones que imponga Bruselas a la transacción no obliguen a vender activos a un tercero para fomentar la creación de un cuarto operador. Esto hace que el mercado español sea hipercompetitivo, quizá el que más en toda Europa. «Los precios de España son más agresivos que en Francia, Reino Unido o Alemania», apuntan otras fuentes del sector.

En una coyuntura de inflación como la que vive España, donde la tasa se situó en abril en el 8,3% -frente al 4,8% de Francia, el 7,4% de Alemania y el 7% de Reino Unido (este último dato es de marzo, ya que el de abril se publicará el 18 de mayo)-, el que los precios sean tan bajos es especialmente sangrante para las operadoras, cuyos márgenes cada vez se resienten más, prolongando así una racha de más de 10 años en los que el sector ha perdido el 35% de su facturación por la batalla de ofertas.

La lucha comercial no cesará ni con la fusión

No hay visos de que este panorama vaya a cambiar, ya que, si bien Diego Martínez, director general de la división de B2C de Orange España, dijo recientemente que, aunque ahora mismo no tienen planificada una subida de precios asociada a la inflación a corto plazo, «si esto sigue así y se prolonga en el tiempo, no va a ser descartable en el mundo de las telecomunicaciones ni en ningún otro sector de la economía», el consejero delegado de Digi, Serghei Bulgac, cerró la puerta a aumentar sus tarifas porque se sienten cómodos con los retornos actuales. La guerra de precios continuará, pues, irremisiblemente. Tanto es así que los directivos de MásMóvil y de Orange han modificado el discurso y ya aseguran que la joint venture no bajará el nivel de competencia.  De hecho, «va a seguir incrementándose», corroboran fuentes del mercado.

Sobre esa tesis, la Comisión Europea podría ser menos exigente en sus condiciones para autorizar la operación, ya que en un escenario como el actual, marcado por la enésima oferta deflacionaria, la competencia y unas tarifas asequibles para los consumidores, que es lo que desea el regulador, están más que garantizadas, aseguran.

«La posibilidad de que haya unos remedies menos agresivos o ningún remedie coge más fuerza», indican, esgrimiendo el argumento de que al final la consolidación, necesaria para los operadores tengan más recursos para invertir en el 5G, será beneficiosa para los clientes porque no reducirá la competitividad en el mercado español, que tiene más de 100 operadores. «En España no hace falta crear un cuarto, un quinto o un sexto operador porque hay operadores para dar y tomar», sostienen las mismas fuentes.

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