Golpe al ocio nocturno

La discoteca Joy Eslava aclara que no cierra sus puertas sino que se «modernizará» para reabrir próximamente

Joy-Eslava
Joy Eslava.

La discoteca madrileña Joy Eslava ha protagonizado un día de primer plano mediático tras haber trascendido que presuntamente cerraba sus puertas para siempre, extremo que la propia sala desmentía ya pasadas las once de la noche.

Mediante un comunicado en sus redes sociales, la sala Joy Eslava aseguraba que querían «aclarar» la información, «confirmando el mantenimiento de la oferta […] que lleva prestando en la ciudad de Madrid desde el año 1981». Así, la sala explicaba que «en estos momentos, aborda un ambicioso plan de modernización de sus instalaciones con el objetivo de retomar su actividad cuando las condiciones sanitarias lo permitan».

Según su propio comunicado, «se trata de una gran noticia en uno de los momentos más difícil por los que atraviesa la vida nocturna madrileña y que debe significar un impulso y mensaje de confianza sobre el futuro de la oferta de ocio y los espectáculos de la capital de España».

Según diversas informaciones, el inmenso local de la calle Arenal se convertirá en próximas fechas en un restaurante-sala de espectáculos, cuyas obras ya han comenzado, según ha informado ondacero.es.

La discoteca Joy Eslava abrió sus puertas el 24 de febrero de 1981, un día después del intento de golpe de estado de Fernando Tejero. El propietario de la sala, Pedro Trapote, había adquirido al actor y director teatral, Luis Escobar, para convertirla en uno de los locales de ocio más conocidos de toda Europa. Para la reforma se utilizaron 280.000 kilos de acero y algunos desarrollos tecnológicos nunca antes vistos en una discoteca española.

El local se convirtió pronto en uno de los referentes de la llamada «beautiful people» que surgió a raíz de los pelotazos financieros de principios de los ochenta. Pero también pasó por allí buena parte de aquellos que estaban construyendo la que luego se llamó «Movida madrileña». Se estima que en los casi cuarenta años de historia de la discoteca han bailado en su pista o tomado copas en sus reservados más de 20 millones de noctámbulos.

Durante los primeros años de funcionamiento como discoteca, Joy sirvió también como plató de televisión. Es su escenario se grababa semanalmente el programa musical de Televisión Española ‘Aplauso’. Con anterioridad y bajo el nombre de Teatro Eslava (apellido de su primer propietario, Bonifacio Eslava, que era sobrino del músico Hilarión Eslava), el local fue uno de los escenarios más famosos de Madrid.

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