La DGT va a por los autobuses escolares: uno de cada tres conductores son sancionados

La Dirección General de Tráfico (DGT), organismo encargado de salvaguardar la seguridad vial en las carreteras de España, emite una preocupante alerta al abordar las irregularidades en el ámbito de los autobuses escolares, revelando que uno de cada tres conductores de este tipo de transporte ha sido sancionado. A pesar de las rigurosas normativas establecidas por la DGT, que abarcan desde límites de velocidad hasta la prohibición de conducir bajo los efectos del alcohol, las multas diarias impuestas por la Guardia Civil indican una falta de impacto efectivo de las campañas de concienciación.

Aunque la DGT ha liderado constantes esfuerzos para concientizar a los conductores sobre los peligros asociados con la conducción, el balance provisional del año anterior, presentado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, refleja cifras alarmantes: 1.048 siniestros mortales con 1.145 víctimas fatales, apenas tres menos que en el año precedente, y 4.495 personas heridas que necesitaron hospitalización. Estas estadísticas plantean la interrogante persistente sobre la posibilidad de revertir la problemática automovilística en el país.

Campaña de la DGT

En este contexto, la DGT publica un informe específico sobre la campaña enfocada en los autobuses escolares, poniendo de relieve que los conductores de estos vehículos con frecuencia incumplen las normativas, siendo sancionado uno de cada tres. Para comprender la magnitud del problema, es crucial analizar en detalle las denuncias y multas impuestas a estos autobuses escolares.

La mayoría de las denuncias se centran en cuestiones administrativas, tales como la carencia de autorización especial para el transporte escolar o la ausencia de un seguro de responsabilidad ilimitada, requisitos legales ineludibles. Resulta curioso que ninguno de los conductores sometidos a controles preventivos de alcohol arrojara resultados positivos, mientras que seis dieron positivo en pruebas de otras drogas. Durante los cinco días de la campaña, que tuvo lugar del 22 al 26 de enero, se formularon 1.781 denuncias a los 2.799 vehículos controlados, evidenciando una problemática generalizada en este sector.

Las irregularidades administrativas ocupan el primer plano en las sanciones impuestas durante la campaña de la DGT, donde 1.014 vehículos fueron sancionados por la Guardia Civil, generando un total de 1.781 denuncias. Entre estas, 629 se relacionaron con la carencia de autorización especial para el transporte escolar, y 330 estaban vinculadas a la falta de un seguro de responsabilidad ilimitada, un requisito legal esencial.

La seguridad de los niños también fue motivo de preocupación durante la campaña, ya que solo 12 de los vehículos controlados disponían de sistemas de retención con cinturón de seguridad, y, preocupantemente, no se utilizaban adecuadamente en 12 casos debido a anomalías en su funcionamiento. Este hallazgo subraya la necesidad de mejorar la seguridad en los autobuses escolares, ya que estos conductores transportan a diario a un centenar de niños que se dirigen a sus centros educativos.

Otras infracciones

Otras infracciones observadas durante la campaña incluyeron deficiencias en las puertas de servicio y emergencias de 59 vehículos de transporte escolar, así como problemas en sus dispositivos de accionamiento. Adicionalmente, 15 vehículos fueron denunciados por no tener al día la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), evidenciando un incumplimiento generalizado de normativas fundamentales de seguridad.

El desglose detallado de las estadísticas revela que, durante la mencionada campaña de la DGT, que se extendió a lo largo de cinco días, un total de 1.014 vehículos de transporte escolar fueron objeto de sanciones por parte de la Guardia Civil, generando así 1.781 denuncias. Las irregularidades administrativas se destacan como las más comunes, con 629 denuncias relacionadas con la falta de autorización especial para realizar el transporte escolar y 330 vinculadas a la carencia de un seguro de responsabilidad ilimitada, requisitos legales fundamentales. Este enfoque en aspectos administrativos pone de manifiesto la necesidad de una supervisión más estricta y la implementación de medidas educativas para garantizar que los conductores de autobuses escolares cumplan cabalmente con las normativas vigentes.

Además, la preocupación por la seguridad de los niños se intensifica al descubrir que solo 12 de los vehículos controlados disponían de sistemas de retención con cinturón de seguridad, y en 12 casos, estos sistemas no se utilizaban adecuadamente debido a anomalías en su funcionamiento. La falta de adherencia a prácticas básicas de seguridad en el transporte de niños plantea interrogantes sobre la efectividad de las inspecciones regulares y subraya la necesidad apremiante de implementar medidas correctivas para garantizar la integridad y bienestar de los estudiantes que utilizan estos servicios de transporte escolar. En conjunto, este panorama revela la urgencia de una acción coordinada entre la DGT, los conductores de autobuses escolares y las autoridades educativas para abordar las deficiencias observadas y fortalecer las medidas de seguridad en este crucial aspecto del transporte público.

Por tanto, el informe de la DGT revela la preocupante realidad de los autobuses escolares en España, con uno de cada tres conductores siendo sancionados. Las infracciones administrativas, especialmente la falta de autorización y seguro, ocupan el primer lugar, destacando la necesidad de una mayor concienciación y cumplimiento de normativas legales. Además, la seguridad de los niños se ve comprometida por el escaso uso del cinturón de seguridad y otras deficiencias en los vehículos. La DGT enfrenta el desafío de abordar estas problemáticas de manera efectiva para garantizar la seguridad vial, especialmente cuando se trata del transporte de estudiantes.