AGENCIA TRIBUTARIA

Declaración de la Renta: el truco que debes conocer para que no te salga a pagar

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Una pareja feliz haciendo la declaración de la renta juntos.
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Los españoles ya se encuentran haciendo la declaración de la Renta para abonar correctamente el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del año 2023. De hecho, la Agencia Tributaria pone a disposición de los contribuyentes un simulador para que los pagadores de impuestos intenten realizar el proceso, practicar y aprender cómo funciona. En general, la declaración tiene unos procedimientos bastante desconocidos por la mayoría, por eso es importante informarse sobre su funcionamiento y sobre la forma de llevarla a cabo correctamente.

La retención del IRPF en la nómina, ya sea por trabajos por cuenta propia o ajena, es el anticipo que se abona a Hacienda sobre el impuesto que se debería pagar en la declaración de la Renta.

La retención es como un adelanto que se deduce del sueldo. Sin embargo, en ciertas ocasiones, puede no ser la adecuada, pues hay veces en las que la retención puede ser inferior a la que debería, lo que implicaría un saldo a pagar en la declaración de la Renta. Por otro lado, la retención también podría ser mayor, resultando en un saldo a favor en la declaración.

La nómina, ese documento que se recibe periódicamente, refleja el pago que se gana por llevar a cabo el trabajo. A menudo, cuando se empieza en un nuevo empleo, se negocia un salario bruto anual.

Sin embargo, es común encontrarse con una sorpresa desagradable cuando se consigue el primer salario mensual y se descubre que la cantidad es menor de lo acordado. Esto es debido a la diferencia entre salario bruto y neto.

El salario bruto, acordado al comenzar un empleo, se detalla en la nómina con diversos conceptos, como salario base, complementos salariales, primas de productividad u horas extra (aunque no siempre están presentes todos estos elementos).

Para calcular el salario neto, se restan del salario bruto:

  • Las contribuciones a la Seguridad Social: compartidas entre el trabajador y la empresa, siendo esta última la principal responsable de abonarlas
  • Las retenciones del IRPF: variables según el salario y las circunstancias personales del trabajador

La cantidad resultante es el dinero que se abona en la cuenta del trabajador a final de cada mes.

Hacienda, Impuesto de Sociedades
Sede de la Agencia Tributaria.

El IRPF de la declaración de la Renta

La retención del IRPF es una deducción obligatoria que las empresas aplican en las nóminas de sus empleados, destinada a cubrir parte de los impuestos sobre la renta de las personas físicas.

Esta retención puede resultar en dos situaciones al momento de la declaración de impuestos. Si la retención es menor de lo necesario, el trabajador deberá abonar la diferencia, ya que deberá pagar más impuestos. Por su parte, si la retención es mayor de lo necesario, el trabajador recibirá un reembolso por parte de la Agencia Tributaria.

La clave para una correcta aplicación de la retención del IRPF radica en su registro detallado en la nómina. Se calcula como un porcentaje del sueldo bruto anual, que varía según el salario, situación familiar, tipo de contrato y duración del mismo. Estos porcentajes son establecidos por la Agencia Tributaria y se actualizan anualmente.

Posteriormente, las empresas deben presentar ante la Agencia Tributaria el modelo 111, en el cual se detallan las retenciones del IRPF de cada empleado, ya sea de forma mensual o trimestral.

El IRPF que hay que abonar en la declaración de la Renta depende del sueldo que se tenga:

  • De 0€ a 12.450€: 19%
  • De 12.451€ a 20.200€: 24%
  • De 20.201€ a 35.200€: 30%
  • De 35.201€ a 60.000€: 37%
  • De 60.001€ a 300.000€: 45%
  • Más de 300.000€: 47%

Estos tramos del IRPF son intervalos de ingresos que determinan la tasa impositiva que se aplica a cada contribuyente. En España, el IRPF se estructura en una serie de tramos o escalas progresivas, donde los contribuyentes con ingresos más bajos pagan una tasa impositiva menor que aquellos con ingresos más altos.

Cada tramo tiene su propia tasa impositiva, y a medida que los ingresos aumentan y el contribuyente pasa de un tramo a otro, la tasa impositiva también aumenta. Esta progresividad en la estructura del impuesto permite una distribución más equitativa de la carga fiscal entre los contribuyentes, ya que aquellos con mayores ingresos pagan proporcionalmente más impuestos que los de ingresos más bajos.

Ajustar el IRPF a la inflación

La negativa del Gobierno de Pedro Sánchez a deflactar (ajustar a la inflación) la tarifa del IRPFle ha permitido cobrar 233 euros de más a los contribuyentes con una renta media de 30.000 euros en los últimos tres años, según el Consejo General de Economistas. En los tramos superiores de renta, lo recaudado de más se multiplica debido a la progresividad del impuesto.

Así, en el caso de aquellos que ganen 45.000 euros, lo pagado en exceso alcanza los 404 euros. Si la renta alcanza los 70.000 euros, el impacto es de 612 euros. Y si nos vamos a los tramos más altos, una renta de 350.000 euros anuales ha tributado de más 1.708 euros en ese período.

Estos cálculos resultan de aplicar la inflación acumulada entre 2021 y 2023, que fue del 16,1%. Si se aplica sólo el IPC de 2023, del 3,2%, una renta de 30.000 euros pagará 46,22 euros de más en la declaración que se debe presentar ahora. En caso de que se deflactara por la subida media de los salarios, que fue del 5,4% el año pasado, ese contribuyente podría ahorrarse 78 euros este año.

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