Estos son los tramos del IRPF y así afectan a la hora de presentar la declaración de la renta
Ya ha comenzado la campaña de Renta 2023 y la Agencia Tributaria ya ha dado a conocer las fechas a tener en cuenta para la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Este año cambian los tramos del IRPF -el Impuesto sobre la Renta de Persona Físicas- un tributo personal, progresivo y directo que grava la renta obtenida en un año natural por un trabajador o contribuyente. Como norma general hay que destacar que lo que cada persona paga está directamente relacionado con los ingresos que percibe y con sus circunstancias personales y familiares. El IRPF se divide en base imponible, cantidad a la que se aplica el impuesto, y la base liquidable. Sobre la primera se aplican las deducciones (la mayoría reguladas por las comunidades autónomas), y sobre la segunda se aplica el tipo de gravamen regulado por los tramos.
Esos tramos de cara a este 2022 que acabamos de estrenar van a afectar a los patrimonios más elevados, aunque recordemos que cumplir con Hacienda es obligación de todos los contribuyentes salvos las rentas mínimas que pueden estar exentas. La mayor subida la van a sufrir unos 36.000 contribuyentes, es decir, un 0,17% del total. Para las rentas del trabajo a partir de los 300.000 euros, la subida será de dos puntos porcentuales para el nuevo tramo. Aquellos con nóminas por encima de los 200.000 euros, la subida será de tres puntos.
Los tramos IRPF para 2022 quedan, por tanto, de la siguiente manera: un 19 para las rentas de hasta 12.450 euros; un 24% para las que van de 12.450 euros hasta 20.200 euros; un 30% para las que oscilen entre 20.200 euros y 35.200 euros; un 37% para las que van de un mínimo de 35.200 euros hasta 60.000 euros; un 45% para las rentas que se encuentren entre 60.000 y 300.000 euros y un 47% para las más altas, aquellas que superan los 300.000 euros.
Hay diferentes rentas según su origen. Las rentas procedentes de rendimientos que son fuentes de renta como consecuencia del trabajo, del capital y de actividades económicas; las rentas procedentes de ganancias y pérdidas patrimoniales que no son rentas, sino variaciones del patrimonio que se producen cuando se compran y venden bienes (diferencia entre valor de compra y de venta) y las rentas imputadas que es el caso más complejo, relativo a rentas inmobiliarias, rentas en régimen de transparencia fiscal internacional, rentas por cesión de derechos de imagen y rentas por participar en instituciones de inversión colectiva en paraísos fiscales.
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