La comunicación cifrada del CNI será el salvavidas de Duro Felguera

Duro Felguera sufrió un duro revés hace sólo unos días, cuando sus entidades acreedoras -Banco Cooperativo, Liberbank, BBVA, Bankia, CaixaBank, Sabadell y Santander- se negaron a refinanciar una deuda que ahoga a la compañía. Sin embargo, la venta de Epicom, filial que cifra la comunicación militar y del Cuerpo Nacional de Inteligencia (CNI) en España, puede ‘resucitar’ a una empresa que muchos dan por muerta.

En este contexto, y según ha podido confirmar OKDIARIO, son dos las compañías más interesadas en comprar Epicom, que fue adquirida por Duro Felguera hace ahora seis años: Indra y Tecnobit. Pero la pugna no se decidirá en el seno de Duro Felguera, sino en el Ministerio de Defensa, que ya ha dado el visto bueno a sendas compañías.

Tecnobit, sin embargo, afronta otro obstáculo, y es que es la otra compañía que cifra comunicaciones al Ejercito y al CNI, por lo que un posible monopolio podría ser muy mal visto en el sector. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), organismo con el que ha tenido varios lances, podría tener algo que decir.

Disputa con Competencia

Duro Felguera ha mostrado su intención de recurrir «de forma inmediata» la multa de 1,32 millones de euros impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), que ha sancionado a 19 empresas de montaje y mantenimiento industrial.

La CNMC ha impuesto a estas firmas sanciones que suman 54,26 millones por crear un cártel que durante 17 años encareció sus servicios, fundamentalmente a empresas del sector energético y petroquímico.

En un comunicado, el grupo asturiano de ingeniería y bienes de equipo ha avanzado su intención interponer, de forma inmediata, un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra la multa impuesta a su filial Duro Felguera Operaciones y Montajes «al considerar que cuenta con argumentos suficientes que justifican y fundamentan dicho recurso».

Según la CNMC, las empresas sancionadas crearon un entramado para repartirse clientes y licitaciones, intercambiar información sensible con sus competidores, realizar ofertas de cobertura y fijar compensaciones y precios.

Durante unos 17 años -entre enero de 2001 y julio de 2017- el cartel se repartió al menos 746 licitaciones convocadas por una veintena de clientes, fundamentalmente empresas del sector energético y petroquímico.

Grifo cerrado

Fue hace apenas una semana, según fuentes conocedoras, cuando la banca fue más clara con Duro Felguera, con quien lleva negociando desde el pasado mes de septiembre para intentar lograr una nueva financiación que permita a la compañía afrontar un futuro, a día de hoy, incierto.

Otras fuentes han confirmado a este periódico que Duro Felguera está tratando de presionar a la banca con mensajes críticos sobre la situación de la compañía, e incluso haciendo «determinadas filtraciones a la prensa». Sin embargo, los acreedores son claros: «No estamos dispuestos a poner un duro más».

«Han de encontrar socio que ayude con dinero nuevo», continúan las fuentes, que reconocen que ese nuevo socio sólo puede tener forma de inversor con músculo financiero suficiente para que la banca vea un horizonte despejado en la compañía.