GESTIÓN DE PATRIMONIOS

¿Cómo invertir en dividendos?

¿Cómo invertir en dividendos?
(Foto: iStock)

Dado que los tipos de interés se encuentran en valores históricamente bajos, los inversionistas, si quieren conseguir una rentabilidad mínimamente atractiva para su capital, deben buscar otros espacios donde colocar su dinero.  Una de las opciones existentes es invertir en dividendos.

Se trata de una opción pensada a largo plazo por la cual se invierte en empresas sólidas y eficientes que ofrezcan una determinada rentabilidad al inversor. A diferencia del trading tradicional, no se debe pensar como una estrategia a corto plazo en la cual recoger beneficios enseguida, sino en mantener y reinvertir aquello que se va acumulando.

¿Qué tener en cuenta al invertir en dividendos?

Los aspectos a considerar en toda inversión en dividendos son los siguientes:

  • Historial inversor de la empresa: la cultura empresarial determina la forma de actuar de la empresa tanto a nivel interno como externo con sus inversores. Si la relación mantenida ha sido siempre fluida y observamos que no se han llevado a cabo inversiones exageradas, significará que, en teoría, debe de seguir la misma línea en el futuro.
  • Evolución de los indicadores de rentabilidad: con el balance y la cuenta de resultados delante, hay que calcular las ratios que determinan la rentabilidad de una empresa: ROE, ROI, apalancamiento, EBITDA… es el análisis de estas cifras la que proporcionará una idea sobre la idoneidad de invertir o no.
  • Evolución del resultado: es uno de los indicadores más importantes. Ahora bien, no solamente hay que analizar la cifra final del resultado neto. Hay que desgranar toda la cuenta de resultados y observar si los beneficios son gracias a unos altos ingresos de explotación o, por el contrario, otros ingresos como los extraordinarios tienen mucho peso. Del mismo modo, hay que vigilar que la evolución de los gastos sea proporcional a los ingresos, nunca superior.
  • Perspectivas del sector: rentabilidades pasadas no garantizan beneficios futuros. Por lo tanto, hay que analizar cuál se estima que va a ser el futuro del sector donde opera la empresa, para determinar si los resultados pasados son sostenibles en el futuro.
  • Diversificación del riesgo: es imprescindible invertir en dividendos de distintas empresas, no solamente en unas pocas. De esta forma, se desconcentra el riesgo y se evita una excesiva dependencia hacia una compañía. Hay que recordar que la inversión en dividendos está pensada para el largo plazo, por lo que la diversificación facilita la consecución de beneficios en este periodo.
  • Países en los cuales opera: la internacionalización permite a las empresas operar a distintos países. Gracias a ello, no dependen solamente de un mercado y pueden compensar posibles pérdidas en uno con las ganancias en otro. Ahora bien, si la mayoría de inversiones se concentran en países que destacan por su alta volatilidad, entonces la compañía se verá afectada por los vaivenes del lugar en general.
  • Desconfiar de dividendos excesivamente altos: aquellas empresas que ofrecen dividendos por encima de la media del sector, normalmente, es porque precisan de forma urgente inversores. Por lo tanto, lo más probable es que la empresa esté pasando por una situación compleja, lo que puede provocar futuras pérdidas o, en caso extremo, el cierre.

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