Gestión de Patrimonios

¿Cómo gestionar un plan de pensiones?

gasto pensiones
Dos personas jubiladas charlando.

Una de las mayores preocupaciones de toda persona es saber cómo mantener un nivel de ingresos que le permita vivir una vez deje de trabajar. Tal punto es especialmente trascendente para un autónomo. Según la base por la cual cotiza a la Seguridad Social, el cálculo de la pensión le resultará un valor u otro.

En un momento en que no existen productos de inversión conservadores con un interés atractivo y ante las noticias de posibles cambios en el cálculo de la jubilación, hay quien puede optar por contratar un plan de pensiones para ahorrar de cara a su futuro.

¿Qué hay que tener en cuenta al contratar un plan de pensiones?

Algunos de los puntos a considerar, de acuerdo a la situación personal de cada uno, al contratar un plan de pensiones son los siguientes:

  • Edad de apertura: una de las preguntas más comunes es en qué momento abrir el plan. Obviamente, cuanto antes se haga, si se estipula una cantidad determinada de aportación mensual, mayor será el importe ahorrado final. Además, también es una forma de tomar conciencia de la necesidad de ir ahorrando al largo de la vida. Igualmente, en cualquier momento es posible dejar de aportar o cambiar la cantidad aportada si así se desea o necesita.
  • Cantidad a aportar: en la misma línea que el punto anterior, cuánto más se aporte, más se acumulará. La ventaja es que existe la posibilidad de variar la cantidad aportada siempre que se desee. Así, por ejemplo, si se ha conseguido ahorrar más de lo esperado, se puede realizar una aportación extraordinaria por tal importe. Recordar que existen ventajas fiscales para aportaciones hasta un límite de 8.000 euros anuales.
  • Riesgo a asumir: existen planes de distintos tipos, desde renta variable más arriesgada hasta otros más conservadores. Normalmente, se recomienda para perfiles más jóvenes un plan variable para que puedan, en el medio plazo, conseguir una mayor rentabilidad. En cambio, para aquéllos que se encuentran más cerca de la jubilación, la preferencia es para planes más conservadores. De todos modos, si no se quiere tomar ningún riesgo, es posible contratar uno conservador desde el primer momento.
  • Condiciones de rescate del plan: las aportaciones a un plan de pensiones solamente se pueden retirar una vez llegada la jubilación, pero existen una serie de excepciones en las que se permite utilizar la cantidad ahorrada. La más común es el paro de larga duración, pero con la reforma fiscal que entró en vigor el año pasado se amplió. A partir del 1 de enero de 2015, será posible retirar aquellas aportaciones realizadas con diez o más años de antigüedad. De esta forma, se quiere fomentar el ahorro mediante este instrumento.
  • Posibilidad de cambio de plan: cualquier persona puede decidir cambiar el tipo de plan de pensiones. Así pues, si alguien no está satisfecho con la evolución del plan contratado, puede hasta pasarlo a otra entidad. En este caso, es interesante estar atento a las distintas bonificaciones que se dan para llevar a cabo esta operación. Al tratarse de un ahorro a largo plazo, las entidades están especialmente interesadas en captar este ahorro, de aquí que ofrezcan promociones y facilidades para hacerlo.

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