Casi nadie lo sabe pero el Estatuto de los Trabajadores lo ha confirmado: que no te engañe tu empresa porque vas a perder dinero

Estatuto de los trabajadores
Blanca Espada

El Estatuto de los Trabajadores sirve para establecer y proteger los derechos y deberes básicos de los empleados y empleadores en España. Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo se aplica o qué específica en determinados casos como cuando se desea dejar el empleo debido a que tal vez la empresa ha aplicado un cambio en tu contrato con el que no estás de acuerdo. ¿Es posible en estos casos irse con indemnización y además cobrando el paro? Para encontrar una respuesta adecuada deberemos conocer bien qué es lo que dice el mencionado estatuto y cómo afecta a las empresas que realizan dichos cambios y qué puedes hacer tú al respecto.

En el caso en el que se produzca un cambio con respecto a tu contrato o trabajo con el que no estás conforme, es posible que te plantees dejar tu trabajo, dudando de si es posible hacerlo sin perder la indemnización que te correspondería o que puedas cobrar el paro. Pero debes saber que el Estatuto de los Trabajadores ha recordado hace poco, que existe un artículo que podría ayudarte a no perder dinero si tu empresa decide modificar tus condiciones sin tu consentimiento. En concreto, se trat del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores en el que se explica la posibilidad de que el empleado solicite la extinción de su contrato con derecho a indemnización y paro, siempre y cuando la empresa haya cambios sustanciales sin justificación. Una normativa que existe para evitar abusos y para que como trabajador, tengas la posibilidad de defender tu estabilidad económica y profesional sin renunciar a lo que le corresponde.

El Estatuto de los Trabajadores confirma el cambio si quieres dejar tu empleo

El Estatuto de los Trabajadores considera que existe lo que se conoce como modificación sustancial cuando se produce cualquier cambio que afecte de manera grave a las condiciones esenciales del contrato. Y no nos estamos refiriendo a que se apliquen pequeños ajustes, sino que se den situaciones que impactan directamente en la vida del empleado. Por ejemplo, si se produce una reducción de salario o la eliminación de complementos importantes, cambios drásticos de turnos u horarios que impiden conciliar la vida laboral y personal, el traslado a otro centro de trabajo sin acuerdo, o un cambio de funciones que suponga una degradación profesional.

Si tu empresa introduce este tipo de cambios sin contar contigo, puedes entonces pedir la extinción de tu contrato por causa justificada. Lo importante es demostrar que el cambio supone un perjuicio directo y relevante. Es un proceso legal que puede parecer complejo, pero que otorga derechos económicos significativos.

Indemnización como si fuera un despido improcedente

La clave de este artículo es que, si el juez te da la razón, se te reconocerá una indemnización igual a la de un despido improcedente. Esto significa 33 días de salario por cada año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Además, tendrás derecho a percibir la prestación por desempleo contributiva, algo que no ocurre si se trata de una baja voluntaria. Para iniciar el procedimiento, el trabajador debe notificarlo y, si es necesario, llevar el caso ante un juez.

Esto es especialmente relevante además, si llevas varios años en una empresa, ya que la cantidad a percibir puede ser considerable. Renunciar sin conocer este derecho podría suponer perder miles de euros en indemnización, además del acceso al paro.

Ejemplos de cuándo reclamar este derecho

Un ejemplo claro sería el de un empleado que siempre haya trabajado en horario de mañana y, de repente, la empresa le obliga a hacer turnos nocturnos que imposibilitan la conciliación con su vida familiar. En estos casos, si el trabajador demuestra que el cambio es perjudicial, puede acogerse al artículo 50. Pero es importante entender que no basta con dejar el trabajo: el procedimiento debe ser validado judicialmente para que se considere como un despido improcedente.

Esto implica que el trabajador no puede abandonar su puesto de forma unilateral y, después, reclamar el paro. Primero debe seguir el proceso legal, y una vez que el juez falle a su favor, la empresa estará obligada a indemnizarle y el trabajador podrá cobrar la prestación.

Como puedes ver, el desconocimiento es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los trabajadores. Muchas empresas, sabiendo que pocos conocen a fondo el Estatuto de los Trabajadores, pueden intentar realizar cambios que no son del todo legales. Conocer el artículo 50 es una forma de estar protegido y no dejarse llevar por la sensación de que no hay otra salida más que aceptar condiciones injustas.

Así que si crees que tu empresa ha realizado una modificación sustancial, infórmate antes de tomar cualquier decisión. Acudir a un abogado laboralista puede marcar la diferencia entre perder dinero y derechos, o salir de la empresa con una compensación justa y con acceso a las prestaciones que te corresponden.

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