Campa (EBA) ve el inicio de recesión profunda y «de duración incierta» en la Unión Europea
La Unión Europea (UE) se encuentra «más al principio que al final» de una recesión de «profundidad y duración inciertas», a juicio del presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, quien advirtió sobre las «primeras señales» que apuntan a un «debilitamiento» de los activos de la banca. En una comparecencia ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, el máximo responsable de la EBA señaló antes algunas «buenas noticias» relacionadas con la posición de capital y de liquidez del sector bancario europeo.
En particular, destacó que el ratio de capital CET1 se sitúa por encima del 15% y que los ratios de cobertura de liquidez y de financiación a largo plazo «se encuentran también por encima de lo exigido legalmente». «Los esfuerzos regulatorios y de supervisión de estos últimos años han dado resultados», destacó el presidente de la EBA, quien recalcó además ante los eurodiputados que «los bancos hasta ahora han demostrado su resiliencia».
Frente a esto, Campa contrapuso las «malas noticias» que derivan de un entorno macroeconómico «cada vez más deteriorado», de una inflación más elevada y persistente y de las subidas de tipos de interés adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE). «Vemos las primeras señales de un debilitamiento de la calidad de los activos, las condiciones de financiación están empeorando y la volatilidad continúa», apuntó. «Viendo estos acontecimientos, siento que podemos estar al principio más que al final de una recesión económica de profundidad y duración inciertas», añadió.
En este contexto, Campa adelantó que esto «aumentará la presión sobre los ciudadanos, la economía en general y los bancos», pero garantizó que el organismo que dirige seguirá «vigilando de cerca la evolución del sector», también a través de la nueva ronda de test de estrés que realizará durante la primera mitad de 2023, cuya publicación espera en julio.
Además, el presidente del supervisor bancario europeo mostró su escepticismo con la idea de que las subidas de tipos van a tener en general un efecto positivo para la banca comunitaria, puesto que su rentabilidad también se verá mermada por el impacto del nuevo entorno económico sobre familias y empresas.
Por ello, instó al sistema bancario europeo a adoptar una posición «prudente» y a tener en cuenta que el escenario económico se puede deteriorar «rápido», así como a afrontar la «vulnerabilidad» de sus clientes facilitando «alternativas» tras realizar análisis de cada caso.