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Duro aviso de los científicos: las garrapatas ya están apareciendo en España con un mes de antelación

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Garrapatas apoyadas sobre una flor. Foto: Pexels.

La presencia cada vez más temprana de las garrapatas en distintas regiones de España le quitó el sueño al ámbito científico. Pero esto no es un fenómeno aislado ni puntual. Este hecho forma parte de una transformación más amplia que involucra factores climáticos, ecológicos y biológicos, y que ya está teniendo repercusiones tangibles sobre la salud humana y animal.

Y frente a este escenario, los expertos avisan que el problema no se limita a una región concreta ni a una especie específica de garrapata. El fenómeno alcanza prácticamente todo el territorio nacional y tiene implicaciones directas sobre la sanidad pública, ganadera y veterinaria. Dicho todo esto, la necesidad de vigilancia y análisis sistemático es inminente.

¿Por qué ya están apareciendo garrapatas en España un mes antes de lo habitual?

Uno de los principales factores que está facilitando el auge de las garrapatas es el aumento de las temperaturas. Según investigaciones del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC), el acortamiento del invierno favorece el desarrollo de estos parásitos.

Las condiciones más cálidas, además de ser más favorables para su reproducción, también reducen su tasa de mortalidad.

El ciclo vital de las garrapatas se está extendiendo y adelantando. Antes, su actividad comenzaba en primavera. Ahora, se detectan hasta un mes antes en varias regiones del país. La consecuencia directa de este adelanto es una temporada de riesgo más prolongada.

Las garrapatas no toleran climas extremos, ni demasiado fríos ni excesivamente cálidos. Por eso, ante el incremento general de las temperaturas, estos artrópodos tienden a desplazarse hacia zonas más templadas del norte peninsular. Así, se produce una expansión geográfica que modifica su presencia en el territorio nacional.

¿Qué otros factores influyen en la expansión temprana de garrapatas?

Más allá del clima, existen razones de tipo ecológico y biológico que explican este aumento. La disponibilidad de hospedadores juega un papel esencial. Los jabalíes, conejos y otros mamíferos salvajes se han convertido en grandes aliados involuntarios de las garrapatas, permitiendo su reproducción y transporte.

Incluso el ser humano, aunque se considere un hospedador accidental, puede contribuir a su dispersión cuando frecuenta zonas rurales o interviene en ecosistemas naturales. Esta interacción favorece el contacto directo con los insectos y aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades.

En este contexto, las poblaciones de garrapatas no sólo crecen en número, sino también en alcance territorial. A medida que los ecosistemas se transforman, aparecen en lugares donde antes eran poco comunes y, donde ya estaban presentes, lo hacen con mayor intensidad.

¿Cuáles son las enfermedades y riesgos asociados a las garrapatas?

Uno de los aspectos más críticos del auge de las garrapatas es su capacidad para transmitir enfermedades. Entre las más conocidas en España se encuentran la enfermedad de Lyme (borreliosis), la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo o diferentes tipos de rickettsiosis.

Todas ellas pueden generar síntomas severos, en ocasiones de difícil diagnóstico, y en algunos casos cronificarse.

Estos vectores pueden afectar tanto a personas como a animales domésticos y de granja. Por eso, la expansión de las garrapatas incrementa el número potencial de casos, aunque la mortalidad asociada a estas enfermedades sea baja. El impacto en la salud pública es relevante.

Para minimizar los riesgos, se recomienda utilizar ropa protectora en zonas rurales, especialmente en primavera y verano, así como repelentes específicos. En caso de detectar una garrapata adherida a la piel, es clave retirarla correctamente, sin aplastarla ni fragmentarla, preferiblemente con pinzas. De lo contrario, puede inyectar su contenido en el organismo.

¿Cómo se distribuyen estos artrópodos en España?

En respuesta al avance de estos artrópodos, se puso en marcha el proyecto GARES (Mapa de Garrapatas de España). Esta iniciativa nacional, respaldada por el Ministerio de Sanidad y los Fondos Next Generation de la Unión Europea, busca elaborar un mapa actualizado de la distribución de las garrapatas en el país.

El proyecto está coordinado por los doctores Félix Valcárcel (INIA-CSIC) y Sonia Olmeda (UCM), y cuenta con la participación de numerosos centros de investigación, profesionales sanitarios y ciudadanos. El objetivo es establecer un sistema de vigilancia nacional y mejorar la precisión de los datos existentes.

Actualmente, la información disponible proviene de estudios aislados que no permiten una visión global. En muchos casos, se da una percepción distorsionada de la distribución real: hay zonas con aparente abundancia simplemente por haber sido más investigadas, y otras con aparente ausencia por falta de muestreo.

La variedad de especies de garrapatas en España es considerable:

  • En las zonas húmedas predominan Ixodes ricinus y Dermacentor reticulatus, vectores potenciales de borreliosis y encefalitis vírica.
  • En áreas secas se encuentran Hyalomma lusitanicum, Dermacentor marginatus y Rhipicephalus sanguineus, implicadas en la transmisión de enfermedades como la fiebre Q, rickettsiosis y fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
  • En las zonas de transición, la especie más destacada es Hyalomma marginatum. Esta diversidad, combinada con la falta de control y de información precisa, hace que la gestión del problema sea compleja y requiera enfoques integrales.

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