Cambio inminente en el precio del Metro: lo que va a costar a partir de ahora
Las tarifas se duplicarán para algunos usuarios
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A partir de enero de 2025, Barcelona experimentará un cambio significativo en el precio del Metro. El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció que se eliminarán las bonificaciones en la movilidad, lo que afectará directamente a servicios como Rodalies, que dejará de ser gratuito a menos que se mantenga el subsidio. En el caso del metro, los usuarios frecuentes disfrutaban hasta ahora de un 50% de descuento. Este descuento se financiaba en un 30% por parte del Estado y un 20% por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). Con la eliminación de estas bonificaciones, las tarifas se incrementarán considerablemente.
Por ejemplo, la T-Usual, muy utilizada por los viajeros regulares, pasará de 21,35 euros a 42,70 euros, y la T-Jove, destinada a jóvenes de hasta 30 años, se duplicará de 42,70 euros a 85,40 euros. Sin embargo, títulos como la T-Casual y el billete sencillo, que no tienen bonificaciones, mantendrán sus precios actuales de 12,15 y 2,55 euros, respectivamente. Aunque se prevé la eliminación de las ayudas generales, el ministro Puente mencionó la posibilidad de implementar descuentos para grupos específicos, como los jóvenes, lo que podría ayudar a mantener los precios de la T-Jove. Los detalles finales sobre las tarifas y las posibles bonificaciones aún están se están debatiendo.
Cambios en el precio del Metro de Barcelona
Con la llegada de diciembre, se aproxima la crucial decisión sobre las tarifas del transporte público en Barcelona y el resto de Catalunña para 2025. Este proceso estará marcado por las directrices del Gobierno en Madrid. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha declarado recientemente en el Congreso que el tiempo de las bonificaciones universales ha llegado a su fin, abriendo paso a un nuevo enfoque que se centrará en ayudas específicas para colectivos vulnerables.
Todavía queda por definir cómo se implementarán estos cambios, pero es innegable que un alto porcentaje de usuarios en Barcelona, el 72%, utiliza la T-usual o la T-jove, ambas beneficiadas por un descuento del 50%. Si se eliminan estas bonificaciones, los usuarios se enfrentarán a un aumento significativo en las tarifas. Actualmente, la T-usual del Metro de Barcelona cuesta 21,35 euros, y si se eliminan las ayudas, su precio se duplicaría a 42,70 euros. Lo mismo ocurriría con la T-jove, que subiría de 42,70 euros a 85,40 euros. En contraste, otros títulos como la T-casual y el billete sencillo, que no gozan de descuentos, mantendrían sus tarifas de 12,15 euros y 2,55 euros, respectivamente.
Las decisiones sobre las tarifas son competencia de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), que está compuesta por el Govern, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona. Las tarifas se aprueban en un pleno que se suele celebrar en la segunda semana de diciembre, lo que permite ajustar la cartelería y el software a tiempo para el cambio de año. Sin embargo, cualquier decisión que tome la ATM estará influenciada por las decisiones del Gobierno a nivel estatal, como sucedió en 2022 cuando se implementaron bonificaciones que se han prorrogado hasta ahora.
En 2023, en un contexto de aumento de precios, se observó un incremento promedio del 6,75% en las tarifas. Si las bonificaciones se eliminan, los usuarios recurrentes de Rodalies y los poseedores de la T-usual y T-jove sufrirán un fuerte aumento en sus tarifas. A pesar de la incertidumbre, algunos sectores políticos, como Barcelona en Comú, presionan por la congelación de tarifas a cambio de su apoyo en los presupuestos municipales para 2025.
El futuro de las tarifas del transporte público en Cataluña, entre ellas el precio del Metro de Barcelona, dependerá de cómo se gestionen estas bonificaciones. Aunque el Gobierno ha prometido que habrá gratuidad para colectivos vulnerables, aún queda por definir qué grupos se beneficiarán de las ayudas. Entre ellos se espera que los jóvenes y familias de escasos recursos reciban descuentos, mientras que las personas con discapacidad también han solicitado inclusión en este grupo de beneficiarios. Sin una definición clara, la Autoritat del Transport Metropolità debe preparar su nueva estructura de precios sin saber qué pasará con las ayudas.
Usuarios de patinete eléctrico
Por otro lado, casi la mitad de los usuarios de patinetes eléctricos en Barcelona y sus alrededores se han visto afectados por la prohibición de acceder al transporte público en la ciudad. Un estudio reciente del RACC revela que muchos de estos conductores admiten haber circulado por la acera (74%) y que un 61% ha ignorado semáforos en algunas ocasiones.
El 48% de los encuestados ha tenido que modificar sus hábitos de movilidad desde esta decisión. La mayoría solía utilizar el metro (77%), caminar (59%), el bus (39%) o el tren (24%). Sin embargo, un 5% sigue intentando colar su patinete en el transporte público, a pesar de las sanciones de 200 euros.
La falta de conocimiento sobre la normativa también es preocupante: el 20% no está familiarizado con las reglas y el 47% ignora que no pueden usar espacios peatonales si no hay carril bici. Desde enero de 2024, los nuevos patinetes deben cumplir con requisitos técnicos específicos. Asimismo, no se descarta una posible revisión de la prohibición actual en el futuro.