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Cambio inminente en las pensiones: el ajuste que nadie esperaba ya está aquí

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Jubilados consultando unos papeles.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El Gobierno busca asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones, con el objetivo de alcanzar un saldo de 9.000 millones de euros en el fondo de reserva en 2024, y llegar a los 25.000 millones al final de la legislatura. Para lograrlo, es crucial no sólo mantener la reforma vigente, sino también estar atentos a posibles fraudes que afecten el sistema. Aunque la pensión de jubilación es de carácter vitalicio, si cambian drásticamente las circunstancias del beneficiario que permitieron su concesión, podría revocarse.

Estas son las causas más comunes para perder la pensión: volver a trabajar sin informar a la Seguridad Social, excepto en los casos de jubilación flexible o parcial; el fallecimiento del titular, ya que los familiares deben comunicar este hecho; falsificar u ocultar información relevante al solicitar la pensión; y no cumplir con la obligación de proporcionar ciertos datos, como la fe de vida para jubilados que residen en el extranjero. El incumplimiento de estas obligaciones puede llevar a la suspensión o extinción definitiva de la pensión.

Pensión de jubilación

A partir del 1 de enero de 2025, habrá cambios importantes en la edad mínima para jubilarse y los años necesarios de cotización. Para aquellos con más de 38 años y 3 meses cotizados, será posible jubilarse a los 65 años, pero quienes no lleguen a este umbral deberán esperar hasta los 66 años y 8 meses, lo que supone un aumento de tres meses en los requisitos de cotización o dos meses más de espera en comparación con 2024.

Además, se espera que las pensiones contributivas se revaloricen un 3,5% en 2025, basándose en una estimación del IPC que rondará el 3,5% para finales de 2024. El dato definitivo sobre el incremento se conocerá en diciembre de 2024, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique las cifras del IPC de noviembre.

La reforma de las pensiones en España también incluye ajustes para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema. Entre los cambios previstos está el aumento gradual de las pensiones mínimas, que se espera lleguen a 16.500 euros anuales en 2027, un notable incremento respecto a los 13.500 euros actuales.

A su vez, las bases máximas de cotización aumentarán progresivamente, con la meta de incrementar en un 20% las pensiones máximas entre 2051 y 2065. En 2024, la pensión máxima es de 44.450,56 euros al año, distribuidos en 14 pagas de 3.175,04 euros cada una. También se contempla un incremento del 10% en el complemento por la brecha de género tanto en 2024 como en 2025, sumado a las revalorizaciones anuales según el IPC.

Incompatibilidades

La pensión de jubilación es incompatible con cualquier trabajo remunerado, ya sea por cuenta ajena o propia, que implique la inclusión en el Régimen General o en alguno de los Regímenes Especiales de la Seguridad Social, salvo en situaciones específicas establecidas legalmente.

También está prohibido desempeñar cargos en el sector público, con algunas excepciones como los profesores universitarios eméritos y el personal sanitario licenciado. Además, los altos cargos tampoco pueden compaginar su pensión con el trabajo. Si un pensionista realiza actividades laborales que no están permitidas, su pensión queda suspendida, así como su acceso a la asistencia sanitaria asociada a su condición de pensionista.

En estos casos, el empleador debe dar de alta al trabajador en la Seguridad Social y hacer las contribuciones pertinentes. Las cotizaciones adicionales podrían aumentar el porcentaje de la pensión, permitir el cobro de complementos por prolongar la vida laboral, o reducir el coeficiente reductor si la jubilación fue anticipada, pero nunca modificarán la base reguladora.

Sin embargo, existen excepciones que permiten la compatibilidad entre la pensión de jubilación y ciertas actividades laborales. Por ejemplo, los jubilados pueden trabajar a tiempo parcial, lo que conlleva una reducción proporcional de la pensión, ya sea en la modalidad de jubilación parcial o flexible.

También pueden realizar actividades por cuenta propia, siempre que los ingresos no superen el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) anual. Además, los profesionales colegiados en alta en mutualidades alternativas, y aquellos que mantengan la titularidad de un negocio, pueden continuar trabajando sin perder su pensión.

Para quienes opten por la jubilación activa, es posible compatibilizar el 50% de la pensión con un empleo, y en ciertos casos, incluso el 100% si contratan a otro trabajador. También hay un régimen especial para artistas, quienes pueden percibir el total de su pensión mientras continúan trabajando en actividades artísticas, tanto por cuenta propia como ajena.

Cálculo en 2025

En 2025, el cálculo de la pensión de jubilación se basará en las bases de cotización de los últimos 25 años, sumando un total de 300 bases y dividiéndolo entre 350. La Seguridad Social ajusta las bases anteriores a los dos últimos años por inflación y permite la integración de lagunas para cubrir periodos sin cotizar, excepto para autónomos y empleadas del hogar. La cuantía final se determina por el porcentaje de la base reguladora, que varía según los años cotizados. Con 15 años de cotización se obtiene el 50%, y para alcanzar el 100% se necesitan al menos 36,5 años cotizados.

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