CaixaBank retira el voto de calidad a Goirigolzarri en el consejo y sólo Botín y Oliu lo mantienen
CaixaBank ha retirado a su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, el voto de calidad que tenía en el Consejo de Administración del banco, y que le daba capacidad para decidir desempates en votaciones en reuniones del organismo.
La entidad financiera publicó ayer miércoles en la Comisión Nacional del Mercado de Valores su nuevo Reglamento del Consejo de Administración. En el capítulo IV, dedicado a la Estructura del Consejo de Administración, el banco ha suprimido el punto sobre las funciones del presidente que anteriormente decía que este tiene voto de calidad en caso de empate, en las sesiones que presidiera.
Tras la fusión de CaixaBank con Bankia, la entidad resultante mantuvo los estatutos sociales anteriores, abarcando todo tipo de normas del consejo de administración y otras comisiones, entre otras la del voto de calidad de su presidente.
La medida adoptada ahora por el banco está en consonancia con los deseos expresados por el Banco Central Europeo de que los presidentes de las entidades financieras europeas prescindan de poderes ejecutivos. Y también con las consideraciones de los asesores de voto de accionistas (los proxy advisors), que suelen recomendar restar poder de decisión a los presidentes de compañías.
La decisión de CaixaBank de retirar el voto de calidad a su Presidente -aprobada por los accionistas de la entidad en la última Junta- deja a Ana Botín y Josep Oliú como los únicos presidentes de los grandes bancos españoles, Santander y Sabadell, que aún lo tienen (BBVA también lo suprimió).
En el caso del Sabadell es previsible que en la próxima revisión de los Estatutos del banco y del Reglamento del Consejo de Administración, le sea retirado el voto de calidad a su Presidente.
Sabadell decidió retirar las funciones ejecutivas a Oliú a finales del pasado año, lo que se formalizó a principios de este, coincidiendo con la publicación del nuevo Reglamento del Consejo de Administración de la entidad. Sin tener poderes ejecutivos, no tiene mucho sentido que Oliú mantenga el voto de calidad en las reuniones del consejo.
En el Santander no hay previsión a corto plazo de que su Presidenta, Ana Botín, deje de tener capacidad para dirimir votaciones en las reuniones del Consejo de Administración del banco.
En la publicación de la última versión de su Reglamento del Consejo de Administración, el pasado mes de febrero, Santander indica que, salvo en los casos «en que específicamente se requiera una mayoría superior por disposición legal, estatuaria o de este reglamento, los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de los consejeros (…)». Y añade que el presidente «tendrá voto de calidad para decidir los empates».
El primer banco español ha hecho este año una leve concesión al Banco Central Europeo, al incluir en su nuevo Reglamento del Consejo de Administración que la Presidenta, con poderes ejecutivos, «será considerada como superior jerárquico de la Sociedad, sin perjuicio del reporte directo al consejo o a sus comisiones por parte de otros ejecutivos que el consejo pueda establecer».
Ese último añadido, sobre el reporte directo al consejo que puedan hacer otros ejecutivos, no se incluía en los anteriores reglamentos del banco. En todo caso, Ana Botín retiene tanto los poderes ejecutivos como el voto de calidad.