El bolsillo de los niños también sufre la inflación: las ‘chuches’ suben más de un 160% desde 2018
Hace seis años, el coste medio de un paquete 'Cheetos' era 50 céntimos; actualmente es de casi 1 euro
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El precio de las chuches se ha disparado desde 2018. Hace seis años, el coste medio de un paquete pequeño de los famosos Cheetos era 50 céntimos; actualmente es de casi 1 euro. Así, su precio ha aumentado en un 160%. La subida de precio de este snack no es un caso aislado. El precio de las gominolas, los Chupa Chups, las chocolatinas… ha aumentado significativamente en pocos años.
El encarecimiento se explica por el aumento de los costes de las materias primas por la inflación: el azúcar (uno de los bienes más afectados por la inflación), el trigo, etcétera. A esto hay que sumarle el aumento del coste de los envoltorios debido a la subida de la energía por el conflicto Rusia-Ucrania.
Es cierto que para muchas familias españolas el aumento del gasto en chucherías parece menor en comparación al alza de precios de los alimentos más básicos que componen la cesta de la compra. De hecho, según la Unión Sindical Obrera (USO), la alimentación acumula un encarecimiento del 44% en la última década.
Sin embargo, los más pequeños si perciben el aumento del precio de las golosinas, y cada vez pueden comprar menos chuches con la misma paga semanal. Hace seis años, con un euro un niño podía adquirir varias gominolas, una piruleta y un paquete pequeño de ganchitos. Hoy en día, sólo pueden comprar un paquete.
Por supuesto, más allá de los propios niños, los bolsillos de los padres españoles sienten estas subidas: los cumpleaños implican un gasto mayor, las meriendas son más limitadas con el mismo presupuesto… Y esto se suma al aumento del nivel general de precios de la comida, la vivienda, el transporte, así como el incremento de la presión fiscal.
El caso español tampoco es único. Países de la Unión Europea (UE) como Alemania o Francia también han experimentado estas subidas. De hecho, asociaciones de consumidores de ambos países han señalado estos aumentos. No obstante, el poder adquisitivo en estos países se ha mantenido más o menos estable. En España, sin embargo, los sueldos reales llevan años estancados, y el poder adquisitivo ha caído.
Las chuches, que antes representaban un capricho para los más pequeños, y accesible para todos, la inflación ha hecho de este un pequeño lujo. Lo que en 2018 implicaba un desembolso de unos céntimos, actualmente no es menos de 1 euro.
De esta manera, la inflación no deja de aumenta la presión económica sobre los hogares españoles. Los kioskos, supermercados y bazares nos recuerdan como incluso los caprichos más inocentes han dejado de ser baratos.
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