Reestructuración bancaria

El BCE pone firmes a Unicaja y Liberbank para que cierren su fusión la próxima semana

El supervisor exige que alcancen un acuerdo inmediatamente para no malograr una fusión con sinergias de 900 millones

Liberbank rechaza el cambio de condiciones de Unicaja por entender que se trata de una absorción pura

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Edificio del BCE en Fráncfort
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Al supervisor bancario se le ha acabado la paciencia con la historia interminable de la fusión de Unicaja y Liberbank. Tanto el Banco de España como el BCE han puesto firmes a los máximos responsables de ambas entidades para que se pongan de acuerdo de una vez y cierren la próxima semana una operación que alcanzará unas sinergias totales de 900 millones, la mitad de la capitalización bursátil conjunta (1.828 millones).

Según fuentes conocedoras de la situación, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, llamó el lunes por teléfono al presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, y al consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez.  En esa conversación, les urgió a alcanzar un acuerdo sobre el reparto de poder entre las dos entidades, el último obstáculo que ha surgido en la negociación, para poder rubricar la fusión la próxima semana.

Y no fue solo el supervisor español, que no es más que el brazo nacional del BCE desde el traspaso de las competencias en 2014. También hubo conversaciones el martes con la sede central de Fráncfort, en las que se insistió en el mismo mensaje.

Como ha informado OKDIARIO, Unicaja ha planteado a última hora un cambio respecto a las condiciones ya acordadas en la negociación. Inicialmente, se había acordado que Azuaga fuera el presidente de la entidad fusionada con poderes ejecutivos y que Menéndez fuera CEO. Pero el BCE no es partidario de los presidentes ejecutivos, así que ha exigido que esta combinación solo dure dos años y que, posteriormente, tendrá que haber un presidente institucional no ejecutivo y un consejero delegado que concentre los poderes.

Y ahí es donde ha estallado la crisis, porque Azuaga, apoyado por directivos que temen perder el puesto si Menéndez se hace con el poder, ha exigido poder nombrar un nuevo CEO cuando venza ese plazo. Eso dejaría a Menéndez sin nada o le obligaría a quedarse como presidente no ejecutivo al jubilarse Azuaga, que en esa fecha cumplirá 75 años. Ante lo cual, Liberbank se ha plantado, porque entiende que se trataría de una absorción pura y que, para eso, no hace falta negociar nada sino lanzar una opa.

¿Quién cederá? ¿Y a cambio de qué?

Los supervisores no entienden que la operación se pueda ir al traste por esta pelea de poder y les han conminado a ponerse de acuerdo de una vez. ¿Cómo? Aquí las fuentes divergen en cuál es la receta. Según algunas, los supervisores han recomendado a Manuel Menéndez que se fusione aunque no mande, porque la operación es muy buena para Liberbank. En cambio, otras fuentes sostienen que han hecho ver a Azuaga que no puede poner en peligro la operación por empecinarse en seguir mandando después de jubilarse. Algo en lo que está de acuerdo parte del consejo de su banco, incluyendo la Fundación Unicaja que preside Braulio Medel.

Sea como fuere, lo que parece claro es que ambas entidades tendrán que ceder en algo para alcanzar un acuerdo que ahora ya es imperativo. Si es Menéndez quien cede, Unicaja tendrá que acceder a una ecuación de canje más favorable para Liberbank… y eso supondría un problema para la Fundación Unicaja, porque el BCE tendría que permitirle pasarse del 50% del actual Unicaja Banco para mantenerse por encima del 30% del banco fusionado (algo muy relevante por cuestiones fiscales, como en el caso de la Fundación La Caixa en la fusión CaixaBank-Bankia).

Por el contrario, si es Azuaga quien cede para salvar ese 30% de la Fundación, pedirá algún tipo de compensación a Liberbank, probablemente en el área de gobierno corporativo: más poder mientras sea presidente ejecutivo, por ejemplo.

Sinergias de 175 millones al año

La operación tiene todo el sentido del mundo, cuenta con enormes ventajas para los dos bancos y permite crear una entidad más grande y sólida para aguantar mejor la oleada de morosidad que se avecina por culpa de la crisis económica derivada del covid, que es lo que pretende el BCE.

Entre esas ventajas, destacan las sinergias que se obtendrían, valoradas en unos 900 millones de euros en total. Para llegar a esa cifra, se parte de los ahorros de costes que calculan las dos entidades, de unos 175 millones anuales (por encima de los que calcula el mercado). A eso se le aplica un múltiplo (PER, precio partido por ese beneficio) que puede situarse en 7 veces en los niveles de cotización de la banca actualmente. Y se trae a valor presente, es decir, se descuenta aplicando el tipo de interés libre de riesgo (que en la actualidad es cero).

El resultado son esos 900 millones, que es la mitad de lo que valen en bolsa a día de hoy los dos bancos juntos: Unicaja tiene una capitalización de 1.062,4 millones, y la de Liberbank se sitúa en 765,6, lo que da un total de 1.828 millones.

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