Los bancos niegan que haya ninguna burbuja inmobiliaria: solo tensiones en algunas zonas
Hay que pensar en qué hacer para elevar la oferta, ha indicado el presidente Roldán
El presidente de la patronal de la banca española, AEB, José María Roldán, ha asegurado este jueves que no ve un «recalentamiento» del sector inmobiliario en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos. No hay burbuja inmobiliaria.
En el curso de finanzas sostenibles organizado por la APIE y el BBVA, Roldán ha dicho que «no hay evidencias de recalentamiento», sino que existen «ciertas tensiones de precios en ciertas zonas de ciertas grandes ciudades españolas», por lo que hay que pensar qué se puede hacer para elevar la oferta.
Pero esa reflexión, ha añadido, no le corresponde a la banca, sino al sector privado o a los ayuntamientos, que pueden poner más suelo público en el mercado y elevar la oferta, con lo que se equilibraría la demanda.
Preguntado por el colchón anticíclico de capital, previsto para reforzar la capacidad de resistencia de la banca cuando se perciben riesgos sistémicos, Roldán dijo que no le extrañaría que se activara en un horizonte temporal «no muy lejano».
BdE: no al colchón
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, explicó el lunes en este mismo foro que la entidad no tiene intención de poner en marcha el citado colchón, pues cree que no es necesario.
Respecto a cómo ve el sector en los próximos cinco años si continúan los bajos tipos de interés, ha dudado que vayan a subir los precios de los servicios financieros y ha alabado la capacidad de resistencia del sector en este escenario tan difícil, en el que, además de los tipos, hay numerosas exigencias como la digitalización y la adaptación a las finanzas sostenibles.
«Si me dicen hace cinco años que íbamos a aguantar como lo hacemos en este escenario tan duro no lo hubiera creído», ha dicho Roldán, que se ha mostrado optimista para los próximos cinco años.
También ha defendido la labor del BCE, responsable de la política monetaria de la zona del euro, que tiene que poner los tipos de interés «donde crea necesario» para frenar el riesgo de que la inflación se desvíe de su objetivo del 2 %.
Pero ese mensaje es compatible con que los tipos bajos no ayudan a la banca a ganar dinero, al tiempo que ha lamentado que los tipos negativos penalizan el ahorro, algo «muy paradójico» en el actual escenario de envejecimiento de la población.
Para «cerrar el debate» hay que vigilar la reacción de los mercados cuando el BCE anuncia que va a prolongar la política monetaria, que no es otra que una caída de las acciones de los bancos, ha explicado.
También ha negado que los bancos se planteen cobrar a sus clientes por los depósitos y ha insistido en que «el límite de la remuneración de los depósitos minoristas es cero».
En cuanto a la reputación de la banca, ha asegurado que no es mala en términos generales y ha preferido hablar de un problema de imagen, que convendría mejorar explicando bien lo que es la banca.
Por ejemplo, la reputación de los bancos es «de hierro» en aspectos importantes como la protección de los datos de sus clientes.